Recientemente circuló en la plataforma YouTube un video que aparentaba ser una canción original de Adele titulada “Tribute To Charlie Kirk” en honor al activista conservador Charlie Kirk, asesinado el 10 de septiembre de 2025.
Sin embargo, la voz no pertenecía a la artista británica, sino que fue generada íntegramente mediante herramientas de inteligencia artificial (IA).
En el video, se podía escuchar una letra emotiva: “Rest in peace, Charlie Kirk! The angels sing your name. Your story’s written in the stars, a fire that won’t wane”, con una voz que imitaba a Adele.
Entre los comentarios del video, usuarios agradecían a Adele por “una canción magnífica” sin sospechar que todo era ficticio.
YouTube retiró varios de esos videos tras los señalamientos por parte de agencias de verificación, y cerró los canales por violar sus políticas de contenido engañoso.
¿Cómo se creó el falso audio de Adele? La tecnología detrás del fraude
La proliferación de contenidos generados con IA ha alcanzado niveles que permiten imitar voces de celebridades sin su autorización. Herramientas accesibles al público permiten clonar voces y producir canciones completas a partir de simples “prompts” o indicaciones de texto.
Un ejemplo mencionado fue la plataforma Suno, que en su sitio web publicita que permite “make any song you can imagine”.
El caso de la canción atribuida a Adele se enlaza con otros tributos falsos similares que imitan a artistas como Ed Sheeran o Justin Bieber, todos vinculados al mismo activista.
El problema central es que estos contenidos, aunque a menudo tienen fallas (la voz no suena exactamente idéntica al artista real), logran engañar a una parte significativa del público. Los usuarios consumen, comentan y comparten sin reconocer que se trata de una imitación sintética.
Este tipo de manipulaciones plantea preguntas serias sobre autenticidad, derechos de imagen y ética en la era de la IA. Las herramientas de detección han confirmado que al menos uno de los videos fue creado por IA, y los portales de fact-checking subrayan que no existe relación entre Adele y la canción.
La política de YouTube exige que los creadores de contenido indiquen cuando se usa IA o contenido sintético, aunque en muchos de estos casos la aclaración estaba enterrada en la descripción del video y fuera de la vista del usuario común. Según expertos en medios, este tipo de prácticas erosiona la confianza del público y convierte la navegación en línea en una experiencia donde la línea entre lo real y lo fabricado es cada vez más difusa.
El episodio de la supuesta canción de Adele dedicada a Charlie Kirk se suma a una tendencia creciente de contenidos musicales generados por IA que aparentan ser reales. Aunque muchos creen escuchar la voz auténtica del artista, el truco radica en la tecnología detrás. Este fenómeno no solo desafía la vigilancia de plataformas y legisladores, sino también nuestra propia capacidad para discernir lo que es genuino en el universo digital.
Aquí la supuesta canción de Adele a Charlie Kirk.
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