La compañía automotriz Tesla, fundada y dirigida por el empresario Elon Musk, atraviesa una etapa difícil en 2025.
En el segundo trimestre del año, la empresa registró una caída del 13 % en sus ventas mundiales, sumado a la pérdida de subsidios federales para vehículos eléctricos y un enfrentamiento político cada vez más tenso entre Musk y el presidente Donald Trump.
Tesla enfrenta caída en ventas

Entre abril y junio, Tesla entregó 384,122 vehículos, la mayoría correspondientes a sus modelos más populares: Model 3 y Model Y.
A pesar de haber producido más unidades (410,244 en total), la cifra final de entregas estuvo por debajo de lo esperado por analistas, lo que refuerza las señales de desaceleración.
Este resultado llega tras un primer trimestre igualmente negativo, en el que los beneficios netos de la empresa cayeron un 71 %, acumulando solo 409 millones de dólares, con una reducción del 20 % en ingresos del sector automotriz.
Los resultados financieros definitivos del segundo trimestre serán publicados el 23 de julio, y se anticipan cifras poco alentadoras.
Factores que afectan a Tesla

Especialistas señalan varios factores que explican el mal momento de Tesla.
Uno de ellos es la alta exposición política de Elon Musk, quien ha causado controversia tanto en Estados Unidos como en Europa.
Tras respaldar la candidatura presidencial de Trump, Musk fue nombrado al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un ente creado por la Casa Blanca.
Sin embargo, las relaciones se han deteriorado rápidamente.
El martes 1 de julio, Musk criticó abiertamente el plan fiscal de Trump, lo que provocó una respuesta indirecta del presidente.
Trump insinuó que DOGE podría “revisar los beneficios otorgados a Tesla” y cuestionó el compromiso del empresario con el país.
Poco después, las acciones de Tesla se desplomaron hasta un 6 %.
En paralelo, la competencia en el mercado de vehículos eléctricos se ha intensificado, especialmente con empresas chinas y europeas que ya han lanzado modelos más accesibles.
A diferencia de sus competidores, Tesla aún no ha cumplido la promesa de producir un auto eléctrico verdaderamente asequible, algo que Musk ha dejado de priorizar para enfocarse en el desarrollo de robotaxis y su proyecto de conducción autónoma total.
Fin del subsidio a autos eléctricos

Otro golpe importante para Tesla es la decisión del Senado de acelerar el fin del crédito fiscal de hasta 7,500 dólares que los compradores en EEUU recibían al adquirir vehículos eléctricos.
Esta medida, impulsada por legisladores republicanos como parte del nuevo plan fiscal de Trump, será discutida próximamente en la Cámara de Representantes.
Según la firma financiera JPMorgan, la eliminación de este incentivo podría reducir los ingresos anuales de Tesla en aproximadamente 1,200 millones de dólares, afectando particularmente la demanda en el mercado estadounidense.
Robotaxis en prueba y bajo escrutinio
A pesar del entorno difícil, las acciones de Tesla subieron ligeramente (4.15 %) este miércoles por la mañana, debido a la expectativa generada por el inicio de pruebas de sus robotaxis en Austin, Texas.
Sin embargo, el proyecto aún enfrenta desafíos.
Solo unos pocos vehículos operan en una zona limitada, con acceso exclusivo para inversionistas e influencers, y ya han sido reportados múltiples problemas de funcionamiento.
Las autoridades locales han solicitado explicaciones formales a la compañía.
A pesar de haber producido más unidades, la cifra final de entregas estuvo por debajo de lo esperado por analistas