El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este martes 1 de abril de 2025 que los nuevos aranceles a las importaciones entrarán en vigor inmediatamente, tras su anuncio oficial programado para el miércoles en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca.
La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, declaró que la medida forma parte del llamado “Día de la Liberación Económica”, una iniciativa que busca reposicionar el comercio internacional como eje de la política económica de la administración Trump.
¿En qué consisten?
Aunque no se han revelado todos los detalles, Trump ha adelantado que la propuesta incluirá nuevos aranceles agresivos.
Entre las opciones contempladas está un arancel universal del 20% sobre todas las importaciones.
Así como aranceles dirigidos a países específicos con los que EE.UU. mantiene déficits comerciales significativos, conocidos internamente como “los 15 sucios”.
Aún se desconoce si la medida será global o selectiva, pero fuentes cercanas indican que incluso los asesores del presidente no han recibido información completa sobre el alcance final de la política.
Riesgo económico
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Según una proyección de Moody’s Analytics, la imposición de un arancel universal del 20% podría provocar la pérdida de hasta 5.5 millones de empleos, un incremento del desempleo al 7%, y una caída del PIB de hasta 1.7%.
“Sería un desastre económico. Nos llevaría directo a una recesión”, advirtió Mark Zandi, economista jefe de Moody’s, en entrevista con CNN.
Expertos también temen represalias comerciales de otros países, lo que agravaría los efectos sobre sectores clave como la agricultura, manufactura y consumo masivo.
Existe preocupación
El anuncio ha generado incertidumbre en Wall Street.
Directores ejecutivos y cámaras de comercio han manifestado su preocupación por el impacto que estos aranceles tendrían en los costos de producción y en los precios al consumidor.
Trump ha adelantado que la propuesta incluirá nuevos aranceles agresivos
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“Nunca hemos visto una política arancelaria tan amplia y repentina”, afirmó Erica York, vicepresidenta de política fiscal en la Tax Foundation.
“Va mucho más allá de cualquier medida adoptada por presidentes anteriores”.
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