La noche del 2 de septiembre de 2025, Shakira vivió uno de esos momentos inolvidables en su concierto en Querétaro como parte del Las Mujeres Ya No Lloran World Tour.
Mientras interpretaba “Última”, una canción íntimamente vinculada con su expareja Gerard Piqué, la intensidad emocional la sobrepasó: su voz se quebró y las lágrimas afloraron en el escenario.
El público, conmovido y en respuesta inmediata, la acompañó en el cierre de la canción al corearla junto a ella. Este gesto quedó plasmado en videos compartidos por sus seguidores, convirtiéndose en uno de los más destacados de la velada.

La gira impresiona por su sofisticada producción: tecnología de iluminación punta, bailarines sincronizados, cambios de vestuario impecables y fuegos artificiales.
Pero ese momento de vulnerabilidad en Querétaro rompió con cualquier expectativa: una estrella en su punto culminante de su carrera mostrando fragilidad y humanidad al público que tanto la apoya.
Para muchos de los presentes y para quienes siguieron en redes, fue una demostración poderosa de conexión real entre artista y audiencia.
“Última” es la última canción que Shakira le dedicó a Piqué
“Última”, incluida en el álbum Las Mujeres Ya No Lloran (lanzado en 2024), es una balada de despedida turística.
En ella, Shakira canta sobre el final definitivo de una relación profundamente significativa, con letras que mezclan nostalgia, aceptación y la búsqueda de paz interna.
Se perciben emociones encontradas: el reconocimiento del dolor, pero también el deseo de renacer. En Querétaro, esos versos se volvieron palpables cuando la voz de Shakira tembló, y el público respondió con empatía y canto colectivo, cerrando simbólicamente esa etapa junto a ella.

Para los hispanos en EE. UU., este episodio representa algo más que un concierto: es el reflejo de resiliencia, apertura emocional y de cómo la música puede acompañar procesos íntimos que atraviesan muchas personas.
Ver a Shakira—símbolo global de empoderamiento femenino—quedarse sin voz por la carga sentimental y permitir que su “manada” la sostenga en ese momento es una metáfora potente de comunidad, de acompañamiento frente al desgarro emocional.
El quiebre vocal de Shakira durante “Última” en Querétaro fue una escena que trasciende el show musical: fue un puente entre artista y público, una declaración de vulnerabilidad compartida y un recordatorio de que incluso las estrellas más grandes sienten, lloran y encuentran fortaleza en quienes las acompañan.
Un instante que quedó grabado como uno de los momentos más auténticos de su gira.
Este es el video de Shakira llorando en concierto.
Aquí puedes ver el video de ‘Última’, canción que Shakira le dedica a Piqué.
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