Los Angeles Dodgers celebraron este lunes su segundo título consecutivo de la Serie Mundial con un desfile sin precedentes por el centro de la ciudad, al que asistieron más de 500 000 fanáticos, según datos de las autoridades locales.
El evento comenzó temprano en la mañana en el centro de Los Ángeles y culminó en el Dodger Stadium, donde los jugadores fueron recibidos por un mar azul de banderas, confeti y cánticos. Fue la primera vez en más de dos décadas que la ciudad celebró un bicampeonato consecutivo de MLB. Con música, discursos emotivos y ambiente familiar, el desfile recorrió puntos emblemáticos como Sunset Boulevard y Stadium Way, en una jornada donde la comunidad latina tuvo un papel protagonista. Familias enteras ondeaban banderas de México, Puerto Rico, Venezuela y República Dominicana, demostrando la diversidad cultural que impulsa la afición de los Dodgers.
Ohtani y Yamamoto, los protagonistas
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El astro japonés Shohei Ohtani fue, sin duda, el más vitoreado del día de los Dodgers.
Sonriente, subido a un autobús descapotable junto a su esposa, Mamiko Tanaka, saludó a los fanáticos y les agradeció en inglés:
“Estoy muy orgulloso de este equipo y de todos ustedes”.
¡Vamos por otro anillo el próximo año!
Shohei Ohtani
A su lado, el MVP de la Serie Mundial, Yoshinobu Yamamoto, lucía una camiseta con la leyenda World Series Champions y unas gafas de sol mientras sostenía el trofeo del Comisionado.
“Amo a los Dodgers. Amo Los Ángeles”, dijo ante los aplausos de miles de fanáticos.
El joven lanzador Roki Sasaki, quien celebró su cumpleaños número 24 durante el desfile.
Fue ovacionado por la afición al ritmo de tambores y pancartas que decían “Future of Baseball”.
Fiesta latina y orgullo angelino
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La presencia hispana fue otro de los sellos del festejo.
Kiké Hernández, ondeando la bandera de Puerto Rico, agradeció al público en español y gritó: “¡Somos una maldita dinastía, bebé!”.
El torpedero Miguel Rojas y el lanzador Blake Snell se unieron a las ovaciones.
Mientras desde un convertible azul, Ice Cube levantaba el trofeo entre la multitud.
Los cánticos de “¡Sí se puede!” se mezclaban con el ritmo de las trompetas y tambores de los fanáticos latinos de los Dodgers.
Incluso el legendario Clayton Kershaw, ya retirado, participó del recorrido junto a su familia, cerrando así una carrera de 18 años completamente dedicada al uniforme angelino.
El legado de un bicampeonato histórico
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Con este logro, los Dodgers se convirtieron en el primer equipo en 25 años en ganar títulos consecutivos de la Serie Mundial, tras vencer a los Toronto Blue Jays en siete juegos.
El mánager Dave Roberts, emocionado, levantó el trofeo y resumió el sentimiento general:
“Esto no es solo un triunfo deportivo, es un reflejo del espíritu de Los Ángeles: diverso, unido y luchador”.
El desfile no solo celebró una victoria, sino una era dorada del béisbol angelino.
Con Ohtani, Yamamoto, Betts y Rojas como referentes, los Dodgers apuntan ahora a algo aún más grande: un tricampeonato histórico.
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