El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) confirmó el lunes 18 de agosto que un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) abrió fuego contra un vehículo durante un operativo migratorio realizado el pasado sábado en la ciudad de San Bernardino, en el sur de California.
Según un portavoz del DHS, los disparos se produjeron “en defensa propia”, luego de que el conductor del vehículo supuestamente atropellara a dos oficiales.
Agente migratorio dispara contra auto
Insane…Trump’s masked ICE Nazis attempted to kidnap a family in San Bernardino without identifying themselves….smashed their windows and shot at the car when the family took off scared like any other person would do if masked thugs rolled up with no IDs pic.twitter.com/emnCMMt2PJ
— Wu Tang is for the Children (@WUTangKids) August 17, 2025
De acuerdo con la versión oficial, el suceso ocurrió durante un operativo policial selectivo contra objetivos de inmigración.
El portavoz del DHS aseguró que el vehículo se lanzó de forma intencional contra los oficiales, lo que calificó como “un acto violento que obligó a un agente de la CBP a disparar su arma para protegerse”.
Sin embargo, la versión ofrecida por los ocupantes de la camioneta —todos hispanos— contradice lo dicho por las autoridades.
En varios videos grabados desde el interior del vehículo, se observa a agentes encapuchados rodeando la camioneta y exigiendo al conductor que abra la puerta sin mostrar ninguna orden judicial.
Ante la negativa, uno de los agentes rompe las ventanas del lado del conductor.
En ese momento, el conductor arranca la camioneta para intentar retirarse del lugar y se escuchan al menos tres detonaciones de arma de fuego.
La familia niega haber intentado atropellar a los agentes
#ice la pelaron 🍌Los putitos #SanBernardino pic.twitter.com/PeZhSmWIpy
— Laber Galarga (@LaberGalarga) August 17, 2025
Según explicó Javier Hernández, director de la organización Inland Coalition for Immigrant Justice (ICIJ), el conductor —un inmigrante que ha vivido en Estados Unidos por más de 23 años— actuó por miedo, pensando que su vida y la de su hijo y yerno corrían peligro.
El hijo, de 18 años y ciudadano estadounidense, se encontraba en el asiento del copiloto, mientras que el yerno, de 23 años, viajaba en el asiento trasero.
La familia reportó el incidente en que un agente migratorio dispara a un auto a la Policía de San Bernardino, que acudió al lugar pero no procedió al arresto del conductor.
Horas más tarde, tanto agentes del DHS como de la policía rodearon la vivienda familiar y permanecieron allí durante varias horas, pese a no contar con una orden judicial, según denunció ICIJ en un comunicado.
La organización calificó lo ocurrido como un “abuso de poder” e hizo un llamado a que se inicie una investigación independiente.
Por su parte, el DHS criticó la actuación de la Policía de San Bernardino y señaló que las leyes santuario vigentes en California impidieron que el conductor fuera detenido tras el incidente.
Este caso se produce tan solo dos días después de la muerte del jornalero guatemalteco Carlos Roberto Montoya, quien fue atropellado por un vehículo mientras huía de una redada de ICE en una tienda Home Depot de Monrovia, también en el sur de California.
Según un portavoz del DHS, los disparos se produjeron “en defensa propia”, luego de que el conductor del vehículo supuestamente atropellara a dos oficiales
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