Alicia Villarreal ha dado un paso importante en su vida personal apenas 20 días después de firmar su divorcio.
La cantante regiomontana confirmó mediante una publicación en Instagram que está iniciando una nueva relación con el influencer y conferencista mexicano Cibad Hernández, de 42 años.
En su mensaje expresó con ilusión y sinceridad: “Hoy despierto y todo se ve de otra manera, es muy bonito volverse a ilusionar y si se los comparto es porque no quiero esconderme”.
Acompañó el post con una imagen de sus brazos, donde ambos lucen un tatuaje compartido con la inscripción “C8217♡”, símbolo de su nueva conexión.
Este anuncio ocurre apenas semanas después de que Alicia cerrara formalmente su proceso de divorcio con el líder de Kumbia Kings, Cruz Martínez.
La separación, tras 22 años de matrimonio, fue confirmada el 6 de agosto de 2025 mediante una audiencia virtual, como un “primer ciclo que se tenía que cerrar y concluir bien”. Ella misma declaró que, si bien la historia no se borra, necesitaba recuperar su libertad.
Alicia Villarreal sana con su nueva pareja
El divorcio llegó en medio de una batalla legal por abuso emocional y violencia doméstica. En febrero, Alicia hizo pública una señal de auxilio durante un concierto y finalmente presentó una denuncia formal por violencia de género contra Cruz Martínez.
Pese a la tensión legal, ella ha buscado manejar este momento prioritariamente desde el respeto a su familia y a sus propios procesos de sanación.
Aunque relata que están en la etapa de conocerse, el nombre de Cibad Hernández ya causó intriga entre sus seguidores. Él es un creador de contenido digital y conferencista originario de Ciudad de México, con una creciente presencia en redes sociales, especialmente en temas de desarrollo personal y estilo de vida.
Que Alicia haya hecho público este nuevo romance tan pronto muestra su intención de continuar su vida con transparencia. En un momento en que la comunidad hispana en EE. UU. ha seguido de cerca su proceso, su apertura apela al valor de la reinvención personal y el derecho a reconstruirse desde la paz.
Como figura de la música regional mexicana, su honestidad frente al dolor, el divorcio y ahora una nueva ilusión, ofrece un mensaje de resiliencia: es posible salir adelante, sanar y animarse de nuevo sin esconderse.
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