El Atlético de Madrid se despidió del Mundial de Clubes 2025 de la forma más dolorosa: ganando su último partido, pero sin lograr la clasificación. Este 23 de junio, en el emblemático Rose Bowl de Pasadena (California), los dirigidos por Diego Simeone vencieron 1-0 al Botafogo de Brasil con gol de Antoine Griezmann, pero no les alcanzó para avanzar a octavos de final.
El equipo español necesitaba una victoria por tres goles de diferencia para revertir el impacto del 4-0 sufrido en su debut ante el Paris Saint-Germain. Aunque dominaron la posesión y generaron múltiples oportunidades, los colchoneros no lograron la contundencia necesaria para sellar su pase.
Lo definió la diferencia de goles
La eliminación del Atlético de Madrid se dio en un triple empate de seis puntos entre PSG, Botafogo y el propio equipo madrileño.
Sin embargo, la diferencia de goles en los enfrentamientos directos favoreció a los franceses (+3) y brasileños (0), mientras que los españoles quedaron con un -3, lo que los dejó fuera de los octavos de final.
El tropiezo inicial ante el PSG fue decisivo.
El equipo español necesitaba una victoria por tres goles de diferencia
Ese abultado marcador condicionó toda la fase de grupos.
Pese a mejorar su rendimiento en los siguientes partidos, el Atlético de Madrid no logró revertir el daño.
Dominio sin contundencia
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Con la presión de necesitar una goleada, el “Cholo” Simeone apostó por un once más dinámico, dejando en el banquillo a Koke y sumando a Conor Gallagher en el medio.
El inicio fue tenso, con Botafogo mostrando solidez defensiva y apostando al contragolpe.
El venezolano Jefferson Savarino tuvo una clara ocasión al minuto 10, pero el arquero Jan Oblak salvó al conjunto español.
Con el correr de los minutos, el Atlético de Madrid fue imponiendo su ritmo, pero sin precisión en el último toque.
Julián Álvarez desperdició una clara al borde del descanso, y un posible penal por falta sobre él fue anulado tras revisión del VAR por falta previa de Sorloth.
En la segunda mitad, Griezmann ingresó para buscar el milagro.
El francés marcó al minuto 78 con asistencia de Julián Álvarez, rompiendo una racha de 17 partidos sin anotar.
Pero ya era tarde. El equipo carioca resistió los ataques finales y celebró su clasificación, dejando al Atlético de Madrid con las manos vacías.
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