El agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, Isaiah Anthony Hodgson, de 29 años, fue encontrado muerto el pasado 22 de agosto en una vivienda de Hemet, California, apenas dos días después de su última comparecencia judicial por un caso penal que lo enfrentaba a múltiples cargos.
Su figura se volvió polémica en las últimas semanas por su estilo violento en redadas migratorias y por el arresto de un hispano en Long Beach.
Hallazgo en Riverside
La Oficina del Sheriff del Condado de Riverside informó que Hodgson fue localizado sin vida alrededor de las 12:45 p. m. en una casa ubicada en la cuadra 25000 de Avocet Circle, en una zona no incorporada de Hemet.
Las autoridades precisaron en un comunicado que al llegar al lugar “localizaron al hombre y lo declararon muerto. No encontraron ninguna evidencia de crimen”.
El caso sigue bajo investigación de la oficina forense del condado para determinar la causa y la manera de su muerte.
La oficina del Defensor Público del Condado de Los Ángeles, que lo representaba en el proceso judicial, pidió respeto a la privacidad de la familia, sin ofrecer más detalles sobre el fallecimiento.
Un Migra en el centro de la polémica
Hodgson saltó a la atención pública tras hacerse viral en redes sociales por la forma violenta en que realizaba redadas de inmigración.
Eso le generó críticas de organizaciones defensoras de derechos humanos y de la comunidad inmigrante, especialmente la de California.
Uno de los episodios más comentados ocurrió el 17 de junio, cuando estuvo involucrado en la polémica detención de Adrián Martínez, un joven empleado de Walmart y ciudadano estadounidense acusado de interferir en un operativo de arrestos de inmigrantes en un Walmart de Pico Rivera, al sureste de Los Ángeles.
El caso provocó indignación y alimentó el debate sobre los límites de la fuerza en los operativos migratorios.
Arresto en Long Beach
Semanas después, Hodgson volvió a ser noticia por motivos distintos.
El 7 de julio del 2025, la Fiscalía del Condado de Los Ángeles informó que el agente, estando fuera de servicio, ebrio y armado con una pistola, protagonizó un altercado en un restaurante de Shoreline Village, Long Beach.
De acuerdo con la versión oficial, Hodgson ingresó al baño de mujeres y se acercó a una mujer, lo que provocó que el personal del establecimiento lo confrontara.
Cuando se le pidió salir, debido a que estaba armado en un lugar donde no se permitían armas, se negó.
La policía de Long Beach acudió y trató de detenerlo, pero Hodgson se resistió, generando un forcejeo en el que un agente resultó con una lesión leve.
Finalmente, fue reducido con una pistola eléctrica.
Durante el arresto, Hodgson se negó a dar información sobre su empleo en la Patrulla Fronteriza, también conocida en inglés como Border Patrol o más popularmente como la Migra.
Cargos en su contra
De acuerdo con NBC News, El fiscal de distrito Nathan Hochman presentó siete cargos contra Hodgson:
Tres cargos de resistencia al arresto.
Un cargo de agresión con lesiones a un oficial de policía.
Un cargo de portar un arma oculta en público.
Un cargo de portar un arma oculta.
Un cargo de portar un arma cargada.
Hodgson se declaró no culpable en su audiencia más reciente, apenas dos días antes de su muerte.
Tenía programada una audiencia preliminar para finales de septiembre.
De haber sido declarado culpado, enfrentaba hasta siete años de prisión.
El fiscal Hochman calificó su conducta de “inaceptable y profundamente preocupante”, recordando que, como agente de la Patrulla Fronteriza, tenía la obligación de hacer cumplir la ley y no quebrantarla.
Nadie está por encima de la ley, independientemente de su posición o su placa
Nathan Hochman, fiscal de Distrito
Impacto en la comunidad
La muerte de Isaiah Hodgson cierra de manera abrupta un caso que había generado controversia en torno al comportamiento de algunos agentes fronterizos y la rendición de cuentas dentro de las fuerzas de seguridad de EE.UU.
Para la comunidad inmigrante, especialmente en California, Hodgson simbolizaba los abusos en redadas migratorias.
Ahora, su fallecimiento plantea preguntas sobre el manejo de estrés, la conducta fuera de servicio y el escrutinio público al que están sometidos los agentes fronterizos.
La investigación del forense de Riverside será clave para determinar si la muerte fue natural, accidental o si existieron otras circunstancias.
Mientras tanto, la polémica alrededor de su figura sigue viva y alimenta el debate sobre los límites de la autoridad en temas migratorios y de seguridad.
