El nuevo centro de detención migratoria en los Everglades, conocido oficialmente como Alligator Alcatraz, abrió el 1 de julio de 2025 en el aeropuerto Dade-Collier, con capacidad proyectada de 3 000–5 000 personas y un costo anual estimado de 450 millones de dólares. Organizadores construyeron el complejo en solo ocho días bajo una orden de emergencia invocada por el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Activistas, tribus nativas y organizaciones ecologistas han presentado demandas federales, alegando impactos ambientales, falta de revisión pública y violaciones de derechos civiles.
Camp Blanding: segundo centro en puerta
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Florida prepara ahora el North Detention Facility en Camp Blanding, al suroeste de Jacksonville, como segunda sede estatal de detención migratoria.
Se adjudicó un contrato de casi 40 000 USD para instalar una estación meteorológica portátil y sirenas de alerta para este nuevo sitio, con operación prevista a partir del 8 de agosto de 2025.
Aunque DeSantis y la División de Manejo de Emergencias (FDEM) avanzan en la planificación, la construcción en Camp Blanding está en espera hasta que Alligator Alcatraz alcance su capacidad máxima.
Reacciones y resistencia ciudadana
El plan ha generado protestas en Gainesville y cerca de Camp Blanding en Florida.
Más de 250 personas se reunieron en julio bajo temperaturas extremas con pancartas como “This is what democracy looks like”.
Líderes comunitarios y legisladores demócratas cuestionan el uso de fondos de emergencia y comparan las instalaciones con campos de concentración ambientales y humanitarios.
Florida prepara ahora el North Detention Facility en Camp Blanding
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Impacto directo: familias latinas enfrentan mayor riesgo de deportación y detención arbitraria.
Información clave: Alligator Alcatraz ya opera, Camp Blanding aún en planificación congelada temporalmente.
Acción local: redes comunitarias y activistas organizan resistencia, pulsan alertas y acompañan cortes judiciales.
El panorama migratorio en Florida está en transformación.
Con el anuncio de expandir la infraestructura de detención —y la aprobación de fondos federales respaldando estos proyectos— las operaciones de deportación masiva se intensifican.
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