El pasado fin de semana, el emblemático Auditorio Nacional de la Ciudad de México fue testigo de un emotivo acontecimiento: el debut oficial como cantante de Angélica Masiel, hija de Angélica Vale y nieta de Angélica María.
Este evento se enmarcó dentro del espectáculo “Las Angélicas”, protagonizado por su madre y abuela, y contó con la presencia especial de Lucerito Mijares, quien se convirtió en su madrina artística.
Un debut inolvidable en el Auditorio Nacional
Con tan solo 12 años, Angélica Masiel subió al escenario del Auditorio Nacional, uno de los recintos más prestigiosos de México, para interpretar “Fiesta de amor”, una canción significativa en la carrera de su madre.
La joven artista demostró seguridad y talento frente a un público de más de 10,000 personas, recibiendo ovaciones y elogios por su actuación.
Lucerito Mijares: una madrina de lujo
Durante el espectáculo, Angélica Vale sorprendió al público al invitar a Lucerito Mijares al escenario y pedirle que se convirtiera en la madrina artística de su hija.
Lucerito, visiblemente emocionada, aceptó la propuesta y le dio a Angélica Masiel la tradicional “patadita de la suerte”, un gesto simbólico en el mundo del espectáculo para desear éxito a los nuevos talentos.
Un legado artístico que continúa
La participación de Angélica Masiel en “Las Angélicas” marca la continuación de una tradición familiar en el ámbito artístico.
Siguiendo los pasos de su madre y abuela, la joven demuestra que el talento y la pasión por el espectáculo son parte de su herencia.
Su debut ha sido recibido con entusiasmo por el público y la crítica, augurando un futuro prometedor en la música y el entretenimiento.
Visiblemente nerviosa, la hija de Angélica Vale no esperaba que Lucerito Mijares le diera la 'patadita de la buena suerte'
Las Angélicas son consentidas del público hispano
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Para la comunidad hispana en Estados Unidos, el debut de Angélica Masiel representa un ejemplo inspirador de cómo las nuevas generaciones pueden honrar y continuar el legado cultural y artístico de sus familias.
Su historia resalta la importancia de la familia, la tradición y el esfuerzo en la realización de los sueños, sirviendo como motivación para jóvenes talentos en todo el continente.
El debut de Angélica Masiel y el apoyo de figuras como Lucerito Mijares subrayan la vitalidad y continuidad del arte hispano, celebrando la unión de generaciones en la preservación y evolución de la cultura musical.
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