Tras una redada migratoria que terminó con la muerte del jornalero Jaime Alanís García, cientos de trabajadores agrícolas han convocado la “Huelga por la Dignidad”, una protesta de tres días que busca denunciar la creciente criminalización de la fuerza laboral indocumentada que sostiene el campo en Estados Unidos.
La movilización fue anunciada desde la Placita Olvera en el centro de Los Ángeles, con la presencia de líderes campesinos de regiones clave como Fresno, Kern y el Valle de San Joaquín, y fue encabezada por la activista Flor Martínez, conocida por su trabajo en defensa de los derechos laborales de migrantes. La huelga, programada del miércoles 16 al viernes 18 de julio, es una respuesta directa a las redadas de ICE, particularmente la realizada en Glass House Farms (Camarillo), donde más de 200 trabajadores fueron detenidos. Videos compartidos en redes sociales muestran enfrentamientos entre familias y agentes migratorios.
Exigen respeto, freno a redadas y más

Durante la conferencia de prensa, los jornaleros exigieron:
El fin de las redadas migratorias en zonas de cultivo
Vías de legalización para quienes sostienen la industria alimentaria
Reconocimiento como trabajadores esenciales, no criminales
Uno de los testimonios más poderosos fue el de Gabriel Valladolid, campesino del Valle de San Joaquín, quien mostró sus declaraciones de impuestos antes de lanzarlas al suelo en señal de protesta:
“He trabajado incluso en Acción de Gracias y durante la pandemia. No tenemos vacaciones, pero ahora nos tratan como criminales”.
También participaron jornaleros con décadas de experiencia como Asunción Ponce Espinoza y Xochitl Nuñez, quienes denunciaron condiciones inhumanas, abandono durante la pandemia y falta de reconocimiento:
“Nos levantamos a las 4 a.m. para alimentar a este país. Esta huelga es un grito de dignidad”.
¿Cómo se difunde la huelga?

Aunque muchos trabajadores están sindicalizados, la Unión de Campesinos (UFW) aclaró en un comunicado que no está directamente involucrada:
“La UFW apoya a quienes toman acción, pero no participó en la organización de esta huelga”, declaró su portavoz Marc Grossman.
Ahora nos tratan como criminales
La protesta se ha difundido mediante WhatsApp, TikTok y cadenas comunitarias, mostrando el poder de la autogestión y la solidaridad entre trabajadores agrícolas.
En plena temporada alta de cosecha, muchos de ellos temen perder sus empleos, pero están dispuestos a correr el riesgo por un derecho básico: que los traten con humanidad.
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