El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, participó este Viernes Santo en la liturgia de la Pasión del Señor en la basílica de San Pedro, uno de los actos más solemnes de la Semana Santa católica.
El evento litúrgico se llevó a cabo sin la presencia del papa Francisco, quien aún se encuentra en proceso de recuperación tras haber sido hospitalizado por una grave infección respiratoria.
JD Vance asiste al Viernes Santo
Acompañado por su esposa Usha Vance y sus tres hijos, el vicepresidente J.D. Vance ocupó un lugar destacado en la primera fila del altar papal.
Esta visita forma parte de su gira oficial por Italia, que se extenderá hasta el domingo.
Durante su estadía, Vance ya ha sostenido una reunión con la primera ministra italiana Giorgia Meloni.
Además tiene programado un encuentro con el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano y figura clave en la diplomacia de la Santa Sede.
La liturgia de la Pasión: un rito sin misa
La liturgia del Viernes Santo, que recuerda la Pasión y muerte de Jesucristo, es uno de los momentos más importantes del calendario cristiano.
A diferencia del resto del año litúrgico, es el único día en que no se celebra misa.
En su lugar, los fieles participan en una celebración centrada en la lectura del Evangelio según San Juan, la adoración de la Cruz y la distribución de la comunión eucarística ya consagrada el día anterior.
En esta ocasión, la celebración fue presidida por el cardenal italiano Claudio Gugerotti, designado por el papa Francisco para sustituirlo en los ritos principales de esta Semana Santa debido a su estado de salud.
La homilía estuvo a cargo del fraile Roberto Pasolini, predicador oficial de la Casa Pontificia.
El papa Francisco, ausente pero simbólicamente presente
El papa Francisco, de 88 años, permanece con una agenda reducida tras haber pasado 38 días internado en el hospital Gemelli de Roma debido a complicaciones respiratorias.
Aunque ha retomado algunas actividades de forma limitada —como una visita simbólica a una cárcel romana el Jueves Santo—, ha delegado en distintos cardenales las celebraciones litúrgicas centrales de la Semana Santa.
Tampoco se espera que el pontífice asista al tradicional Vía Crucis en el Coliseo de Roma esta noche.
Esta es la tercera ocasión consecutiva en que decide no participar para evitar la exposición al frío nocturno, que podría complicar aún más su estado de salud.
Significado político y diplomático de la presencia de JD Vance
La presencia del vicepresidente Vance en el Vaticano no solo tiene un componente espiritual, sino también diplomático.
Su participación en la liturgia representa un gesto de respeto hacia la Iglesia Católica, que tiene una fuerte influencia entre los votantes hispanos y católicos de Estados Unidos.
El encuentro previsto con el cardenal Parolin podría abordar temas relevantes como la libertad religiosa, la crisis migratoria, los conflictos internacionales (incluyendo Ucrania y Oriente Medio) y las posiciones compartidas —o divergentes— entre el Vaticano y la actual administración estadounidense, encabezada por el presidente Donald Trump en su segundo mandato.
¿Y la bendición ‘Urbi et Orbi’ del Domingo de Resurrección?
Por ahora, no se ha confirmado si el papa Francisco podrá aparecer en el balcón central de la basílica de San Pedro este domingo para impartir la tradicional bendición “Urbi et Orbi”, dirigida “a la ciudad y al mundo”.
La decisión dependerá del estado físico del pontífice en las próximas 48 horas.
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