El Mundial de Clubes 2025, disputado en Estados Unidos, cerró su edición con escándalo. El MetLife Stadium, en Nueva Jersey, fue testigo no solo de la victoria contundente del Chelsea sobre el PSG (3-0), sino también de un incidente inesperado protagonizado por el entrenador español Luis Enrique.
Durante el torneo, el PSG había mostrado solidez defensiva: solo recibió un gol en seis partidos. Sin embargo, en la final, lo superó el equipo inglés. En menos de 45 minutos, Chelsea ya había sentenciado el encuentro con dos goles de Cole Palmer (22’ y 30’) y uno de Joao Pedro (43’).
Tensión y agresión al final del partido

Tras el pitazo final, se generó una discusión entre jugadores de ambos equipos.
En medio de ese intercambio verbal, Luis Enrique se acercó a Joao Pedro y le tocó el rostro con la mano, en lo que se percibió como una agresión leve.
El brasileño cayó al suelo exagerando la reacción, pero las repeticiones de video confirmaron el contacto entre el cuello y la barbilla.
En menos de 45 minutos, Chelsea ya había sentenciado el encuentro
Aunque no se trató de un golpe violento, la actitud de Luis Enrique fue duramente criticada en redes sociales y medios deportivos.
Uno de sus propios jugadores lo apartó rápidamente para evitar que la situación escalara.
¿Qué provocó la reacción de Luis Enrique?

El incidente ocurrió cuando varios futbolistas del PSG, frustrados por la derrota, intercambiaban gestos y palabras con jugadores del Chelsea.
En las imágenes se observa al defensa Achraf Hakimi haciendo un gesto provocador hacia Andrey Santos, lo que provocó la intervención de Joao Pedro y Gianluigi Donnarumma.
Mientras Joao Pedro intentaba calmar la situación, Luis Enrique se involucró y terminó cometiendo el gesto que ha generado controversia internacional.
Hasta el momento, no se ha anunciado oficialmente qué tipo de sanción podría enfrentar el entrenador español por su conducta.
Repercusiones y lo que viene

El Mundial de Clubes 2025 sirvió como preparación para el Mundial de 2026.
Este tipo de incidentes han puesto en duda los protocolos disciplinarios post-partido.
Para la comunidad hispana en EE.UU., que sigue con interés el crecimiento del fútbol en el país, estos episodios muestran cómo el alto nivel de competitividad puede degenerar en actos poco deportivos que deben ser sancionados con firmeza.
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