El periodista salvadoreño Mario Guevara fue deportado este viernes, tras más de tres meses en un centro de detención en Georgia (EE.UU.) y pese a quedar exonerado de todos los cargos luego de su arresto mientras cubría una protesta contra el presidente Donald Trump y las redadas migratorias, confirmó a EFE el Comité de Protección para Periodistas (CPJ, en inglés).
Mario Guevara, de 48 años y ganador de un Emmy, fue repatriado desde Luisiana después de que un tribunal de apelaciones rechazara un último recurso para evitar su deportación al denegar la noche del miércoles una solicitud de emergencia para suspender la orden final de remoción que pesaba en su contra.
Mario Guevara es deportado de EE. UU.
NAHJ is concerned about the deportation of journalist Mario Guevara and rejects any attempt to deter legal news coverage of law-enforcement activities. Read the statement: https://t.co/70t8HMr3Uu
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Antes de ser deportado, el reportero había sido trasladado del Centro de Procesamiento del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Folkston (Georgia), cerca de la ciudad de Jacksonville (Florida), donde estuvo más de 100 días recluido, a un centro de detención en Luisiana, sin la oportunidad de despedirse de su familia.
“Estamos devastados, pero por lo menos no está muerto, y eso es lo único que nos da esperanza”, dijo Óscar Guevara, hijo del comunicador, horas antes de su deportación, en un video publicado en las redes sociales.
El reportero, quien cubría los operativos de inmigración en vivo, recibió un duro revés el pasado 19 de septiembre, cuando la Junta de Apelaciones de Inmigración emitió una orden de deportación y el miércoles, la Corte Federal de Apelaciones del Undécimo Distrito negó la petición de suspender su repatriación.
“Expulsado del país que amo”
Desde su detención, el 14 de junio, el fundador del medio digital MGNews, con cientos miles de seguidores en redes sociales, estuvo la mayor parte del tiempo preso en el Centro de Procesamiento de ICE en Folkston, en una diminuta celda, según ICE, por ser una “figura pública” y no por castigo.
En una carta escrita a mano y publicada al cumplir 100 días de encierro, el 21 de septiembre, Guevara dijo que estaba consciente de que lo expulsarían del país “al que tanto he amado y respetado durante más de dos décadas”.
“La vida no siempre es justa con uno. Si me deportan, me voy con la frente en alto, pues estoy convencido que será por ejercer mi labor periodística y no por cometer crímenes. Eso sí, me voy con el corazón destrozado y mi dignidad pisoteada, pues he sido humillado tanto por autoridades federales como locales y creo que no lo merezco”, escribió el salvadoreño.
El periodista ha reiterado que su encarcelamiento no es más que una represalia por su trabajo.
Mario Guevara llegó a Estados Unidos en 2004 y solicitó asilo un año después por amenazas que recibió mientras trabajaba en su natal El Salvador, donde era fotoperiodista en La Prensa Gráfica.
Desde entonces se estableció con su familia en el área de Atlanta, donde laboró como reportero en medios como MundoHispánico, donde adquirió popularidad, hasta fundar hace un año su propia empresa periodística, MGNews.
El comunicador ha sostenido que siempre vivió legalmente en Estados Unidos y estaba en proceso de obtener la residencia permanente mediante su hijo, quien es ciudadano estadounidense.
“A mi familia le pido perdón por haberles causado tanto dolor con mis imprudencias laborales. También a la Justicia de Estados Unidos porque violé algunas de sus reglas de tránsito, pero nunca fue con malas intenciones ni de mal corazón”, lamentó Guevara en la misiva.
Organizaciones nacionales como la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), que han abogado por la liberación de Guevara, sostienen que su detención constituyó una grave violación de sus derechos.
“La deportación del señor Guevara marca un día triste en Georgia, donde se ignora el Estado de derecho debido a una política cruel e injusta”, declaró Andrés López-Delgado, abogado principal de la ACLU de Georgia.
El Gobierno de Trump mantuvo a Guevara “detenido ilegalmente” debido a sus reportajes sobre actividades de las fuerzas del orden, aseguró, por su parte, Scarlet Kim, abogada principal del Proyecto de Discurso, Privacidad y Tecnología de la ACLU.
“Su deportación es un resultado devastador y trágico para un padre y un reconocido periodista”, agregó.
Con información de EFE