La víspera del estreno mundial de la quinta y última temporada de Stranger Things, anunciado para el 26 de noviembre, se conocieron revelaciones controvertidas que podrían tensar aún más la producción.
Según informes recientes, la actriz británica Millie Bobby Brown habría presentado una denuncia formal contra su compañero de reparto David Harbour por presunto “acoso y bullying” (no de índole sexual) durante los rodajes previos a la entrega final de la exitosa serie de Netflix.
La noticia tomó por sorpresa a los seguidores del show creado por los hermanos Matt Duffer y Ross Duffer, quienes desde su debut en 2016 habían visto reflejada en la pantalla la relación paternal entre el personaje Jim Hopper Jr. (Harbour) y Eleven (Brown). Sin embargo, el marco de ficción parece chocar con lo que ahora se posiciona como un conflicto real entre actores.
De acuerdo con medios como The Daily Mail, la queja formal de Millie Bobby Brown incluye “páginas y páginas de acusaciones” sobre conductas que le generaron incomodidad durante las filmaciones de la quinta temporada.
Según los reportes, la investigación interna de Netflix se prolongó durante meses antes de que finalizara la producción en diciembre de 2024.
Una de las medidas señaladas en los documentos filtrados es que Brown solicitó que su representante personal estuviera presente en el set mientras grababa escenas junto a Harbour, lo que implicaría un nivel de tensión significativa en el entorno laboral. Las fuentes aclaran que las acusaciones no involucraban conductas sexuales, sino actitudes de intimidación o acoso que la actriz percibió como injustas.
Millie Bobby Brown VS David Harbour
En 2021, David Harbour comentaba en el podcast That Scene with Dan Patrick la dinámica que compartía con Brown: “Millie y yo siempre hemos tenido una especie de relación especial… La conocí cuando era muy joven. Siento un gran instinto protector hacia ella”.
Estas declaraciones contrastan con las nuevas acusaciones, y amplían el contraste entre la imagen pública del dúo y lo que ahora podría haber ocurrido fuera de cámara.
La polémica surge en un momento clave: la temporada final de Stranger Things representa un evento cultural para Netflix y la industria del entretenimiento. Con la presión mediática encima, cualquier conflicto interno puede afectar la percepción del proyecto.
Adicionalmente, el caso ocurre en un contexto donde la franquicia ya enfrenta atención por otros escándalos: por ejemplo, el despido de la actriz Melissa Barrera debido a sus declaraciones sobre el conflicto de Palestina.
Hasta el momento, ni Netflix ni los representantes de Brown o Harbour han emitido un comunicado público sobre estas acusaciones. La producción continúa según lo programado, y el estreno sigue contemplado en tres partes, lo que mantiene la expectación.
Lo que empezó como la despedida de una serie emblemática de ciencia-ficción ahora se ve salpicado por alegatos de acoso dentro del set. Las cartas aún están sobre la mesa: Millie Bobby Brown busca que se reconozca lo que consideró una situación inaceptable, mientras David Harbour enfrenta una imagen inesperada frente al público.
En esta encrucijada quedan muchas preguntas sin respuestas, y el proceso interno de investigación podría revelar más detalles. Una cosa parece clara: la percepción de la “familia Hawkins” en pantalla ahora se enfrenta al reto de la dimensión humana detrás de las cámaras.
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