El presidente Donald Trump ha revelado un plan migratorio radical que preocupa a defensores de derechos humanos y a la comunidad inmigrante en EEUU.
La propuesta contempla rechazar de forma masiva solicitudes de asilo en trámite y acelerar deportaciones sin la intervención de jueces de inmigración, una medida que podría afectar directamente a cientos de miles de personas, muchas de ellas hispanas.
Nuevo plan migratorio de Trump
Este plan busca cerrar las puertas a quienes ingresaron ilegalmente a EEUU y luego solicitaron asilo.
Según datos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), alrededor del 25 % de los solicitantes de asilo afirman haber cruzado la frontera sin autorización previa.
Esa cifra representaría más de 360,000 personas, solo considerando los registros de los últimos años.
¿Qué propone el nuevo plan migratorio de Trump?
El equipo del presidente busca usar al Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU. (USCIS) como ente ejecutor.
Esto para iniciar procesos de deportación exprés, algo que tradicionalmente ha sido competencia exclusiva del ICE y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Lo anterior representa un cambio sin precedentes: USCIS ha sido históricamente una agencia enfocada en otorgar beneficios migratorios, no en expulsar personas del país.
En 2025, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ha otorgado a USCIS la autoridad para llevar a cabo procedimientos de deportación rápida.
Incluso sin una audiencia ante un juez de inmigración, si se determina que la persona no califica para protección humanitaria.
Así lo indica un memorando interno divulgado por medios como CNN.
¿Quiénes estarían en riesgo?
Los inmigrantes con solicitudes de asilo pendientes —muchos con años viviendo y trabajando legalmente en EE.UU.— podrían ver sus casos cerrados sin previo aviso.
Dejándolos vulnerables a una expulsión inmediata.
Incluso aquellos que ingresaron legalmente y después solicitaron asilo también estarían en riesgo si su caso es considerado “legalmente deficiente”.
Esta medida podría afectar directamente a cientos de miles de personas, muchas de ellas hispanas
Según cifras oficiales, en 2025 hay más de 1.4 millones de solicitudes de asilo afirmativo pendientes ante USCIS.
Muchos solicitantes llevan años esperando una resolución y han formado familias, creado negocios o trabajan formalmente en Estados Unidos.
Reacciones y consecuencias
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Organizaciones como la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) han condenado este plan.
Advierten que convierte a USCIS en un brazo de deportación, afectando profundamente la confianza de los inmigrantes en el sistema.
“La administración está transformando una agencia de beneficios en una de control migratorio”.
“Esto tendrá un efecto paralizante para quienes buscan protección”, advirtió Sarah Mehta, vocera de la ACLU.
Por su parte, Conchita Cruz, codirectora del Proyecto de Defensa de los Solicitantes de Asilo, afirmó:
“El gobierno debería procesar las solicitudes, no rechazarlas arbitrariamente. Muchos de estos inmigrantes han contribuido a nuestras comunidades durante años”.
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