La periodista y presentadora Pamela Silva, una de las figuras más reconocidas de Univision, abrió su corazón como pocas veces en una entrevista concedida a Lourdes Del Río para su pódcast En Positivo.
En esta conversación, la copresentadora de Primer Impacto habló con una honestidad poco habitual sobre los episodios más duros y transformadores de su vida, incluyendo su divorcio en medio de su embarazo, su experiencia como madre soltera y el papel fundamental de la fe en su proceso de recuperación emocional.
Durante la charla, Silva —quien ha sido galardonada con seis premios Emmy por su labor periodística— se mostró “auténtica, vulnerable y profundamente humana”, abordando temas personales que, aunque marcaron su vida, rara vez había comentado en público.
Pamela recordó los difíciles momentos que atravesó durante su separación, un proceso que se hizo público justo cuando estaba embarazada de su hijo Ford, en 2020. Con serenidad, explicó que el divorcio fue una experiencia dolorosa, comparable a una pérdida emocional profunda.
“El divorcio, sin duda, siempre he dicho, es como ir a un funeral, pero nadie ha muerto. Es triste y es pasar por el luto de algo que era la visión de lo que tú querías”, expresó la comunicadora.
Silva confesó que, por su carácter reservado, muchas personas no conocían la magnitud de lo que estaba viviendo hasta que la noticia se hizo pública. Sin embargo, en medio de la tormenta mediática, encontró fortaleza en su fe.
Pamela Silva: La fe como refugio y motor de vida

Pamela relató que su conexión espiritual fue determinante para superar ese periodo. Recordó un momento en el que, mientras oraba, experimentó una sensación de consuelo que la marcó profundamente.
“Yo me acuerdo que estaba orando un día y sentí una mano que me dijo: ‘Levántate, todo va a estar bien’. Ese día sentí una tranquilidad inexplicable”, contó. “Todo el mundo me decía: ‘Mira lo que está pasando y cómo estás tú’, pero yo tenía una paz que solo puede venir de Dios”.
Esa experiencia le permitió comprender que los momentos de crisis son temporales y que, con fe, todo encuentra su propósito. “Para quienes están viviendo procesos difíciles, ya sea de cambios o de pérdida, tengan fe. Es temporal, y al final todo funciona para los planes de Dios, que son los mejores”, afirmó.
La periodista también habló de su faceta más importante: la maternidad. Su hijo Ford, a quien define como “la mayor bendición” de su vida, ha sido su principal fuente de motivación. Silva destacó que el niño mantiene una relación cercana tanto con ella como con su padre, y consideró esto esencial para su desarrollo emocional.
“Ha sido una gran bendición tener al papá de Ford superinvolucrado en su crianza”, señaló. “El hijo varón necesita a mamá para muchas cosas y también necesita a papá para otras. Tener esa presencia de ambos ha sido muy saludable para él, y me encanta ver cómo brilla con los dos”.
La presentadora mencionó que ambos padres comparten las responsabilidades cotidianas, desde las reuniones escolares hasta las actividades extracurriculares, buscando siempre priorizar el bienestar del pequeño.
Durante la entrevista, Lourdes Del Río le preguntó directamente si consideraría recurrir a los óvulos que tiene congelados para darle un hermanito a Ford. Con sinceridad, Pamela reconoció que es algo que ha pensado, aunque no tiene una decisión tomada.
“Mi hermana es tan especial para mí, que me encantaría que Ford también tuviera algo así. Pero también veo la fuerza de la genética. Miro a Ford y veo mucho de mí y de su papá, y eso me impresiona. Lo he debatido, pero no sé si tendría la valentía de hacerlo sola”, admitió.
Sus palabras reflejan un equilibrio entre la reflexión y la vulnerabilidad, mostrando una Pamela madura, consciente y agradecida por el camino recorrido.
Con esta conversación, Pamela Silva no solo ofreció una mirada honesta sobre su proceso personal, sino que también envió un mensaje de esperanza a quienes atraviesan etapas difíciles. Su historia es un testimonio de resiliencia, fe y amor maternal, valores que han guiado su vida y su carrera frente a las cámaras y más allá de ellas.
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