El pasado 31 de agosto de 2025, la comunidad de Grand Prairie, Texas, fue sacudida por una tragedia que ha dejado una profunda huella: Nathan Orozco, un joven padre hispano, fue mortalmente abatido por la policía local, según confirmaron medios regionales.
Aunque los detalles oficiales del operativo aún están bajo revisión, la familia ha alzado la voz para contar quién era Nathan en realidad, más allá del momento que le arrebató la vida.
Un padre joven, trabajador y comprometido
De acuerdo con su familia, Nathan Orozco era un hombre profundamente entregado a su hogar, su trabajo y su comunidad.
Tenía solo 30 años y compartía la vida con su pareja Nubia y sus dos hijos pequeños, Rey y Santino, a quienes consideraba el centro de su mundo.
Todos los días se esforzaba por brindarles estabilidad, amor y un futuro prometedor.
Trabajaba en el restaurante familiar Good Day Café, donde no solo ayudaba en la operación diaria, sino que también soñaba con expandir el negocio algún día.
Sus seres queridos lo describen como alegre, generoso y lleno de vida, una persona que “daba hasta su último dólar” por aquellos a quienes quería y cuyo carisma era capaz de iluminar cualquier espacio.
Una pérdida devastadora
La muerte de Nathan Orozco dejó un vacío imposible de llenar.
Su pareja Nubia enfrenta ahora el dolor de la pérdida y el reto de criar sola a dos niños pequeños, en medio del duelo y las exigencias económicas que eso conlleva.
Por ello, la familia ha lanzado una campaña de recaudación de fondos en GoFundMe, destinada a cubrir gastos básicos, educación, cuidado infantil y estabilidad a largo plazo para Rey y Santino.
Un llamado a la comunidad latina en EE. UU.
Para muchas familias hispanas en Estados Unidos, esta historia resuena con fuerza.
Nathan Orozco era un hijo de inmigrantes, trabajador, soñador, con valores firmes y un profundo amor por los suyos.
Su familia no solo pide justicia y claridad sobre lo ocurrido, sino también solidaridad de parte de quienes creen en el poder de la comunidad para proteger a sus niños y apoyar a quienes más lo necesitan.
La totalidad de los fondos recaudados se destinará a una cuenta fiduciaria administrada para sus hijos y para Nubia.
El objetivo es claro: mantener vivo el legado de Nathan asegurando que sus hijos crezcan sabiendo cuánto los amó su padre y cuán importante fue para quienes lo rodeaban.
La familia ha habilitado una página de donaciones oficial donde cualquier aporte, por pequeño que sea, puede marcar una diferencia.
También invitan a quienes no puedan donar a compartir la campaña, enviar oraciones o mensajes de apoyo.
Porque el amor de un padre no termina con su ausencia, esta comunidad lucha ahora por demostrar que la memoria de Nathan puede transformarse en cuidado, educación y esperanza para Rey y Santino.
