El nombre de María Celeste Arrarás ha vuelto al centro de la conversación. A raíz de un video del periodista y escritor Pablo Padula, donde acusó a Univision de “cancelar” el show de la presentadora por motivos políticos, la propia Arrarás decidió aclarar lo que realmente pasó.
“Yo cumplí con hacer los programas y me pagaron en su totalidad. Ellos me dijeron en repetidas ocasiones que adoraron el producto final y que querían darle incluso una mayor prominencia dentro de la cadena. Por ende, lo que hagan con esos shows que grabamos es decisión de ellos. Están en todo su derecho”, declaró a People en Español.
Pablo Padula aseguró en sus redes sociales que Arrarás habría sido víctima de censura política. “Parece que María Celeste Arrarás es otra víctima de la censura de la tiranía de Donald Trump”, dijo, comparando el caso con figuras como Stephen Colbert y Jimmy Kimmel.
Padula incluso acusó a Univision y Televisa de priorizar intereses económicos sobre la libertad de expresión, señalando que el programa no salió al aire porque “sus ideas no se alinean con lo que la empresa busca”.
Según reportes de Mamá Latinas y El Diario NY, Arrarás grabó a inicios de 2025 varios episodios de un programa titulado Más Fuerte Que Nunca, cuyo estreno estaba previsto para el 30 de marzo. Sin embargo, la cadena nunca lo lanzó al aire ni explicó públicamente los motivos del retraso.
Fuentes cercanas a Univision indicaron que el producto gustó a los ejecutivos y que incluso se pensaba darle más espacio en la programación. Pero otros periodistas, como Mandy Fridmann, han señalado que el freno al show estaría relacionado con algunas posturas políticas expresadas por Arrarás en redes sociales, que “no van con lo que busca la cadena en este momento”.
El trasfondo: la importancia de María Celeste Arrarás para la audiencia hispana
Para millones de hispanos en Estados Unidos, María Celeste Arrarás es un referente periodístico. Desde sus días en Primer Impacto hasta su larga trayectoria en Al Rojo Vivo, su regreso a la televisión generaba expectativa entre una audiencia fiel que buscaba verla nuevamente al frente de un espacio propio.
Por eso, la falta de claridad sobre su programa en Univision no solo afecta a la periodista, sino también a su público, que se pregunta si se trata de una decisión puramente empresarial o si detrás hay presiones políticas.
Arrarás no descarta que los programas grabados puedan encontrar salida en otra plataforma o cadena si Univision decide no transmitirlos. Por ahora, el material permanece en manos de la televisora, que no ha emitido un comunicado oficial aclarando la situación.
El caso abre un debate más amplio para la comunidad hispana en EE.UU.: ¿hasta qué punto las cadenas priorizan la libertad de expresión frente a intereses políticos o económicos? Y, sobre todo, ¿qué significa para los televidentes que una de las voces más reconocidas del periodismo en español quede fuera del aire sin explicaciones claras?
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