Para muchas familias latinas que viven en Estados Unidos, la temporada navideña representa una mezcla de costumbres ancestrales con nuevas tradiciones adoptadas en su país de residencia. Entre ellas, destacan dos pilares festivos: Las posadas, símbolo de la herencia mexicana y centroamericana, y Santa Claus, figura clave de la Navidad estadounidense.
Pero, ¿es necesario escoger una u otra? La respuesta es no. Con intención, creatividad y orgullo por nuestras raíces, es posible combinar ambas celebraciones de manera armoniosa.
¿Qué representan las posadas?

Las Posadas son una tradición que rememora el peregrinaje de María y José en busca de refugio antes del nacimiento de Jesús.
Se celebran durante los nueve días previos a la Navidad (del 16 al 24 de diciembre) y suelen incluir rezos, villancicos, velas, piñatas, ponche caliente y la clásica colación.
Esta costumbre no solo es religiosa, también es profundamente comunitaria y fortalece la identidad cultural de los hispanos.
¿Y qué significa Santa Claus?

Santa Claus, o Papá Noel, es una figura inspirada en San Nicolás, que en la cultura anglosajona representa el espíritu de la generosidad y la ilusión infantil.
En EEUU, su imagen es omnipresente en centros comerciales, programas de televisión, y escuelas.
Para los niños, su llegada la noche del 24 de diciembre es uno de los momentos más esperados.
Cómo unir ambas tradiciones sin perder su esencia

Celebra las posadas como preparación espiritual y cultural: Haz que los nueve días previos a Navidad sean una oportunidad para enseñar a tus hijos sobre la historia detrás de la Navidad cristiana, usando actividades como rezos breves, cantos tradicionales o mini-posadas en casa con vecinos, familiares o amigos.
Reserva la figura de Santa Claus para la Nochebuena: La noche del 24 puede servir como el cierre ideal de las Posadas: después de romper la piñata y compartir los tamales, deja que los niños dejen su cartita o sus zapatos cerca del árbol para que “Santa” pase más tarde con los regalos. Así, no se borra la tradición, se enriquece.
Involucra a los niños en ambas experiencias: Invítalos a preparar el ponche, ayudar a decorar las velas de la Posada y también a hornear galletas navideñas para Santa. Puedes leerles cuentos de ambas tradiciones para que crezcan con orgullo bicultural.
Incluye símbolos de ambos mundos en la decoración: No tienes que renunciar al nacimiento ni al árbol. Puedes colocar juntos el pesebre, las velas de la Posada, y a Santa junto al pino navideño. Cada símbolo aporta valor.
Ser bicultural es una fortaleza

Para las familias latinas en EEUU, criar niños biculturales no implica confusión, sino oportunidad.
Las posadas enseñan sobre comunidad, fe y gratitud; Santa Claus nutre la imaginación, la generosidad y la alegría de dar.
Unir ambas tradiciones crea recuerdos navideños más completos y significativos.
Porque celebrar nuestra herencia latina no significa rechazar lo nuevo, sino hacer espacio para lo mejor de ambos mundos.
Con intención, creatividad y orgullo por nuestras raíces, es posible combinar ambas celebraciones de manera armoniosa