Tras más de dos años de negociaciones, disputas y tensiones mediáticas, Shakira y Gerard Piqué finalmente han logrado cerrar uno de los temas que más los mantenía atados desde su ruptura: la venta definitiva de la casa familiar en Barcelona, donde vivieron junto a sus dos hijos, Milan y Sasha.
La noticia fue confirmada por el paparazzi Jordi Martín, conocido por su seguimiento cercano al caso, a través del programa El Gordo y la Flaca.
Según reveló, el comprador de la lujosa residencia sería Lamine Yamal, la joven estrella del FC Barcelona, de apenas 18 años, quien habría mostrado un fuerte interés por adquirir la propiedad. La operación marca el cierre de uno de los últimos vínculos patrimoniales que mantenían unidos a la cantante colombiana y al exfutbolista.
Desde su mediática ruptura en junio de 2022, Shakira y Piqué se han mantenido en el foco público. La artista decidió mudarse con sus hijos a Miami, en busca de un nuevo comienzo lejos de España, mientras el exdefensa del Barcelona oficializaba su relación con Clara Chía Martí, empleada de su empresa Kosmos.
El fin de su relación inspiró algunas de las canciones más comentadas de la carrera de Shakira, entre ellas la sesión #53 con Bizarrap, que rompió récords mundiales con frases cargadas de ironía y empoderamiento. Temas como “Monotonía” o “TQG”, junto a Karol G, también reflejaron la etapa emocional y el proceso de superación de la barranquillera.
Mansión de Shakira y Piqué

La mansión que ambos compartían en Esplugues de Llobregat, valorada en más de 5 millones de euros, había sido motivo de disputa durante meses. La propiedad no solo representaba un activo económico importante, sino también el símbolo de una relación que terminó con acusaciones de infidelidad, conflictos familiares y acuerdos legales por la custodia de los hijos.
Shakira, que en su momento llegó a colocar una figura de bruja en su balcón mirando hacia la casa de sus exsuegros —un gesto que se viralizó en redes sociales—, había intentado vender la propiedad en varias ocasiones sin éxito. La intervención directa de Piqué, según informó Martín, fue clave para concretar la transacción final.
Con la venta concretada, Shakira se enfoca en su nueva etapa profesional en Estados Unidos, donde prepara nueva música y participa en proyectos humanitarios a través de su fundación Pies Descalzos. Piqué, por su parte, continúa desarrollando su faceta como empresario y promotor deportivo al frente de la Kings League, el torneo de fútbol 7 que organiza junto a reconocidas figuras del deporte y el entretenimiento.
La venta de la casa en Barcelona simboliza, al fin, el cierre definitivo de una historia que marcó a toda una generación. Shakira y Piqué, ahora en caminos completamente separados, parecen haber encontrado la manera de dejar atrás un pasado que durante años fue sinónimo de amor, éxito y controversia.
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