Cuando llega el invierno en Estados Unidos, muchas familias hispanas recurren a uno de los recursos más reconfortantes de nuestra cocina: las sopas y los caldos tradicionales. Más que un platillo, son un abrazo caliente que conecta a los migrantes con sus raíces y aligera las bajas temperaturas. Además, son preparaciones nutritivas, económicas y fáciles de adaptar a cualquier hogar, incluso para quienes tienen poco tiempo después del trabajo.
A continuación, presentamos algunas sopas y caldos latinos para el invierno, ideales para enfrentar el frío con sabor, tradición y beneficios para la salud.
Caldo de pollo (México y Centroamérica)

El caldo de pollo es un clásico del invierno y uno de los remedios caseros más usados contra los resfriados.
Se prepara con pollo, verduras como zanahoria, papa y calabacita, y un toque de cilantro.
Además de económico, suele ser suave para el estómago y perfecto para recuperarse de enfermedades respiratorias comunes en el invierno.
Consejo: agrega jengibre fresco para reforzar sus propiedades antiinflamatorias.
Caldo de res (El Salvador, México, Honduras)

Este plato es un símbolo de convivencia familiar.
Sus cortes de res, junto con elote, yuca o chayote, lo convierten en una comida completa.
Es ideal para los fines de semana, cuando la familia se reúne alrededor de la mesa y el frío obliga a quedarse en casa.
Sancocho (República Dominicana, Colombia, Panamá)

El sancocho es una de las sopas más representativas del Caribe y Sudamérica.
Puede prepararse con pollo, res o cerdo, siempre acompañado de víveres como yuca, plátano, ñame y mazorca.
Es espeso, reconfortante y perfecto para los estados más fríos como New York, New Jersey o Illinois, donde muchos caribeños buscan comida que “caliente el alma”.
Pozole (México)

Aunque tradicional de celebraciones como Navidad y Año Nuevo, el pozole también es una excelente opción para combatir el clima invernal.
Su base de maíz cacahuazintle, junto con carne de cerdo o pollo, crea un caldo robusto y aromático.
Además, se puede preparar en grandes cantidades y rendir para varios días.
Ajiaco (Colombia)

Originario de Bogotá, el ajiaco combina papas criollas, pastusas y sabaneras con pollo desmenuzado y la tradicional guasca.
Su textura cremosa y su sabor herbal lo han convertido en uno de los preferidos entre los colombianos que viven en EE.UU., especialmente en zonas frías como Washington D.C. o Boston.
Caldo tlalpeño (México)

Si buscas una sopa con un toque picante que descongestione y caliente al instante, esta es la opción ideal.
Combina pollo, garbanzos, verduras y chipotle.
Es efectiva para aliviar síntomas de gripe y aportar energía durante los días más fríos.
Las sopas y caldos latinos no solo brindan calor físico, sino también emocional.
Representan tradición, identidad y cuidado familiar, especialmente importantes para los hispanos que viven en un país donde los inviernos pueden ser duros.
Prepararlas es una forma de mantener vivas nuestras raíces mientras cuidamos la salud de quienes más queremos.
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