Las escuelas públicas de Los Ángeles iniciaron este jueves el nuevo año académico, con el reto sin precedentes de hacer que miles de estudiantes regresen a las aulas en medio de las crecientes preocupaciones por los operativos migratorios, que se han intensificado en los últimos días a sus alrededores.
El Distrito Escolar de Los Ángeles (LAUSD), el segundo más grande de EEUU, desplegó en más de 100 de sus escuelas en barrios latinos y de población inmigrante “zonas seguras”, que son patrulladas por la policía escolar y voluntarios para alertar sobre la presencia de los agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés).
Temor en el primer día de clases
Además, los autobuses escolares han ampliado sus rutas para proveer el servicio al mayor número posible de estudiantes, como parte de la estrategia para brindar tranquilidad tanto a los estudiantes como a los padres de familia inmigrantes.
La estrategia incluye una campaña de información sobre los derechos que tienen los inmigrantes que contará con foros semanales.
La iniciativa comenzó a finales del curso de 2025, con el apoyo del sindicato de maestros UTLA y grupos comunitarios como Unión del Barrio, que han convocado a la comunidad a reportar la presencia de las autoridades federales.
A pesar de las iniciativas de vigilancia, el temor se palpa en el primer día de clases.
María Hernández, una madre inmigrante dijo en una entrevista telefónica con EFE que ha pensado retirar de la escuela a su hijo de 7 años.
“Hoy lo llevó a la escuela una amiga mía, pero no tengo quién lo recoja; no sé cuánto podemos aguantar así”, cuenta la madre que no habla sobre su estatus migratorio o el de su pequeño.
Dice que su hijo ha estado triste en las últimas semanas, “no pudo disfrutar sus vacaciones de verano” y que aunque le gusta la escuela y sus profesores, este jueves se levantó sin ganas de comenzar su segundo grado de primaria.
El doble reto
Este dilema muestra el doble reto que enfrentan las autoridades escolares y el superintendente de escuelas de Los Ángeles, Alberto Carvalho, que tiene como meta la disminución del ausentismo escolar en el distrito, con más de 400,000 estudiantes.
Desde antes que comenzaran los mayores operativos migratorios en Los Ángeles, Carvalho, que fue un inmigrante indocumentado, ha blindado las escuelas públicas del distrito para no permitir la presencia de agentes de ICE en los campus, ni cerca de ellos.
El superintendente ha instado a las autoridades migratorias a no realizar actividades en un radio de dos cuadras alrededor de las escuelas desde una hora antes del inicio de la jornada escolar hasta una hora después de la salida de las clases.
“Los niños con miedo no pueden aprender bien”, dijo Carvalho en una conferencia de prensa en la que advirtió que el LAUSD se opondrá a cualquier entidad y sus funcionarios que interfieran en el proceso educativo de los niños.
Alcaldesa pide poner fin a redadas
De igual forma, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, dijo el jueves que todos los angelinos se han unido para enviar un claro mensaje a la Casa Blanca: “Pongan fin a estas redadas discriminatorias e imprudentes ya”.
La demócrata también señaló que los agentes migratorios están restringidos temporalmente por una orden de una juez federal que prohibió las detenciones de inmigrantes basadas en discriminación racial, de idioma o trabajo.
Sin embargo, los agentes de ICE han continuado realizando operativos en los últimos días incluyendo un incidente el pasado lunes en la apuntaron con sus armas a un joven de 15 años y lo esposaron a las afueras de la preparatoria Arleta.
El adolescente que sufre de una discapacidad fue abordado por agentes sin identificación cuando esperaba a sus familiares en un vehículo de la familia.
Gracias a la intervención de las autoridades escolares el joven fue liberado.
El chileno Benjamín Marcelo Guerrero-Cruz, de 18 años, no tuvo la misma suerte y fue detenido la semana pasada cuando paseaba a su perro.
El joven se preparaba para cursar su último año de preparatoria en la escuela angelina.
“Con el regreso de nuestros estudiantes a clases, hacemos un llamado a todos los colaboradores de la comunidad para que ayuden a garantizar que las aulas sigan siendo lugares de aprendizaje y pertenencia”, subrayó Carvalho en su llamado a la comunidad para realizar un frente común.
Pongan fin a estas redadas discriminatorias e imprudentes ya
Karen Bass, alcaldesa de Los Ángeles