Los precios de la carne de res en Estados Unidos han alcanzado niveles históricos durante los primeros meses de 2025, impulsados por una combinación crítica de factores: una intensa sequía en el suroeste del país, el encarecimiento de los granos para alimentar el ganado y las guerras arancelarias impulsadas por el presidente Donald Trump.
Según el Buró de Estadísticas Laborales, el precio de la carne molida alcanzó los 6 dólares por libra en abril, lo que representa un incremento del 14% en comparación con el mismo periodo de 2024, y casi un 50% más que hace cinco años.
Sube la carne de res en Estados Unidos

Uno de los principales factores es la reducción histórica en la producción ganadera.
Ha caído a su nivel más bajo en 74 años debido a condiciones climáticas extremas.
Ganaderos como Kim Radaker Bays, del sur de Texas, han declarado que mantener el pasto necesario para alimentar al ganado se ha vuelto “cada vez más difícil”.
Esto obliga a vender las reses antes de que se reproduzcan, reduciendo así la oferta futura.
A esta crisis se suman los altos costos del grano, un componente esencial para alimentar a las vacas.
Así como las barreras arancelarias impuestas por la administración Trump, que continúan afectando la cadena de suministro de carne internacional.
Impacto de los aranceles

Brasil, uno de los mayores proveedores de carne de res para Estados Unidos, ha sido especialmente afectado por los aranceles del 10% impuestos por Trump, los cuales se suman a otros ya existentes.
Como resultado, el impuesto total sobre la carne brasileña llega al 34%, encareciendo aún más el producto en el mercado estadounidense.
Uno de los principales factores es la reducción histórica en la producción ganadera
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Además, el gobierno de Trump suspendió recientemente las importaciones de ganado mexicano.
Alegaron riesgo sanitario por la supuesta presencia del gusano barrenador. La medida fue calificada como “injustificada” por el gobierno de México.
Consumidor hispano también lo siente

La escasez de carne y su alto costo ya se sienten en los hogares.
DeAndrea Chavis, residente de Carolina del Norte, dijo a Reuters que ha tenido que reducir las porciones de carne molida para sus tacos.
Esto al ver cómo el precio por libra en su supermercado subió de 6 a 9 dólares.
Aunque la demanda de carne sigue siendo alta —la más fuerte en casi cuatro décadas—, expertos como Bernt Nelson de la American Farm Bureau Federation señalan que la baja confianza del consumidor podría afectar el consumo en los próximos meses.
“La incertidumbre generada por los aranceles no ayuda a que la industria crezca”, advirtió Nelson.
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