Las autoridades confirmaron que Norlan Guzmán-Fuentes, de 37 años, es la persona que murió en el ataque con arma de fuego ocurrido el 24 de septiembre contra una instalación del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) en Dallas. El incidente dejó además dos inmigrantes gravemente heridos.
El agresor fue identificado como Joshua Jahn, de 29 años, quien desde una terraza cercana abrió fuego con un rifle tipo cerrojo de 8 mm hacia la sección de transporte de la instalación (el “sally port”), donde eran trasladadas personas bajo custodia de ICE. Luego del ataque, se quitó la vida.
Un mexicano y un venezolano resultaron heridos
Las otras dos personas heridas fueron identificadas como Miguel Ángel García Hernández, de México.
Así como José Andrés Bordones-Molina, de Venezuela.
García Hernández —padre de cuatro hijos— recibió disparos en la espalda, estómago y cuello, y permanece en estado crítico.
Bordones Molina estaba solicitando asilo y trabajaba como repartidor cuando fue detenido por ICE.
La oficina del forense del condado de Dallas determinó que la muerte de Guzmán-Fuentes fue por homicidio.
Aunque ICE y el Departamento de Seguridad Nacional inicialmente no habían dado los nombres, en días posteriores confirmaron la identidad.
Motivación e investigación
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Las investigaciones sugieren que Joshua Jahn actuó con un alto grado de planificación previa.
Se hallaron en su residencia notas y municiones sin disparar con la inscripción “ANTI-ICE”, lo que apunta a un móvil ideológico contra la agencia de inmigración.
Joshua Jahn descargó documentos con listas de instalaciones del Departamento de Seguridad Nacional y usó aplicaciones para rastrear movimientos de agentes de ICE.
Funcionarios han declarado que no encontraron evidencia de que perteneciera a una organización armada o grupo político.
El ataque dejó claro que Jahn apuntaba más hacia agentes de ICE, pero las víctimas alcanzadas eran detenidos en custodia. Un salvadoreño fue la única víctima del tiroteo en el ICE de Dallas.
No se reportaron heridos entre el personal de ICE.
Este tipo de ataques intensifican el clima de inseguridad que ya sienten muchos inmigrantes y personas bajo custodia.
Las decisiones judiciales futuras podrían afectar cómo se protegen los detenidos y el tratamiento de la violencia dirigida contra instalaciones federales.
Para familias latinas, conocer los nombres y historias humanas detrás de titulares es un paso hacia demanda de transparencia y justicia.
El ataque dejó claro que Joshua Jahn apuntaba más hacia agentes de ICE, pero las víctimas alcanzadas fueron detenidos en custodia
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