American Eagle lanzó en julio de 2025 su campaña de otoño protagonizada por Sydney Sweeney, que incluía un juego de palabras entre genes (genes) y jeans (vaqueros).
El eslogan original decía: “Sydney Sweeney has great genes”, pero en algunas piezas publicitarias la actriz tachaba “genes” para escribir “jeans”, lo que terminó desencadenando una serie de críticas hacia la actriz.
El escándalo de Sydney Sweeney

En un video promocional, Sweeney dice: “Los genes se heredan… y a menudo determinan rasgos como el color del cabello, la personalidad… Mis jeans son azules”.
La combinación entre genética, apariencia física (rubia, ojos azules) y la frase fue interpretada por muchos como un mensaje con resonancias eugenésicas o supremacistas.
Usuarios y críticos en plataformas como X y TikTok argumentaron que la campaña evocaba estética asociada al nazismo o mensajes excluyentes sobre belleza basada en blancos caucásicos.
Comentarios como “propaganda nazi en 2025” circularon en redes tras analizar el juego visual y textual.
Expertos en publicidad resaltaron que el timing y la referencia a “genes” en contexto estético podrían ser insensibles en una época de tensiones raciales y políticas polarizadas.
Impacto comercial en American Eagle

Pese al debate, la campaña generó más de 4 mil millones de impresiones en línea, un aumento en el valor de mercado estimado en más de 200 millones de dólares, y el precio de las acciones de la marca subió entre un 10 % y 17 % en pocos días.
Ni American Eagle ni Sydney Sweeney han emitido declaraciones públicas aclarando el mensaje o el contexto cultural del anuncio. El silencio ha alimentado especulaciones sobre la estrategia detrás del episodio.
La marca también enfrenta críticas por una representación limitada en la campaña (una mujer blanca, ojos azules, cabello rubio) sin presencia clara de modelos racialmente diversas, a pesar de justificar la edición limitada de jeans como donación para organizaciones como Crisis Text Line.
Lecciones sobre marketing, sensibilidad cultural y moda

Analistas y excolaboradores advirtieron que la campaña parece más una provocación calculada que un descuido:
Uso de lenguaje “genes/jeans” sin evaluación cultural previa.
Prioridad de estética y sex appeal por encima del mensaje inclusivo.
Ausencia de figuras diversas diluye cualquier mensaje social o benéfico.
Algunos defensores argumentan que es una campaña ingeniosa con fines publicitarios, y critican que la polémica refleja ansiedad cultural más que una intención real de promover ideas supremacistas.
Sin embargo, la crítica general coincide en que falta sensibilidad en su ejecución.
Aunque la campaña es meramente de American Eagle, la gente está furiosa con la actriz Sydney Sweeney y es la que se está llevando las más fuertes críticas
Relevancia para el mercado hispano
Hábitos de consumo consciente: esta controversia muestra cómo el contenido global afecta decisiones de compra dentro de comunidades latinas.
Visibilidad y representación: plantea preguntas sobre quién ocupa el centro de campanas y cómo se ve reflejada la diversidad cultural.
Responsabilidad social de marcas globales: destaca la necesidad de mayor sensibilidad cultural en contextos multirraciales.
Interés en tendencias de moda y comunicación: subraya cómo campañas virales pueden tener consecuencias más allá del impacto comercial inmediato.
La campaña de Sydney Sweeney para American Eagle con el lema “great genes/jeans” despertó una fuerte controversia por posibles alusiones a discursos racistas y eugenésicos.
Aunque el juego de palabras fue entendido por algunos como creativo, muchos usuarios y expertos lo interpretaron como insensible a temáticas históricas y culturales.
A pesar del silencio oficial, la campaña fue un éxito en visibilidad y ventas, pero abrió un debate importante sobre inclusión, estética y responsabilidad en la moda contemporánea.
Aquí puedes ver el anuncio de American Eagle con Sydney Sweeney.
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