España lo tuvo dos veces, pero no pudo sostenerlo. En una final tensa, equilibrada y de alto nivel, la selección española cayó el domingo 8 de junio ante Portugal en tanda de penaltis (tras empate 2-2 en el tiempo reglamentario) y perdió la oportunidad de conquistar su segunda Liga de Naciones de la UEFA.
El desenlace recordó lo vivido en 2023, cuando España alzó el título desde los once metros. Esta vez, sin embargo, los penales no fueron un trampolín, sino un muro. El fallo de Álvaro Morata, en una ejecución cargada de presión y recuerdos dolorosos, dejó al equipo de Luis de la Fuente sin premio.
Una final de detalles y pulsos tácticos
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— Portugal (@selecaoportugal) June 8, 2025
Sin figuras clave como Dani Carvajal y Rodri —el último Balón de Oro— el seleccionador español apostó por Martín Zubimendi en el mediocampo, y no defraudó.
El jugador de la Real Sociedad fue omnipresente: robó, construyó y hasta rompió líneas para generar el primer gol español a los 21 minutos.
Ese tanto llegó tras una brillante secuencia: pase largo de Dean Huijsen a Nico Williams, centro raso, y remate final tras varios rebotes que Zubimendi empujó a la red. España, vestida de amarillo, mostraba confianza y autoridad.
Pero Portugal, dirigida por Roberto Martínez, reaccionó rápido.
A los 26 minutos, Nuno Mendes empató con un potente disparo tras una jugada que generó polémica por la posible posición adelantada de Cristiano Ronaldo.
El empate fue un golpe inmediato que noqueó momentáneamente a la Roja.
Oyarzabal, el eterno de las finales

Justo antes del descanso, Mikel Oyarzabal volvió a vestirse de héroe.
Tras asistencia de Pedri, definió con clase ante la salida de Diogo Costa para el 2-1.
Era su tercer gol en finales oficiales con España, confirmando su etiqueta de jugador decisivo.
Sin embargo, Portugal regresó del vestuario con ajustes tácticos que cambiaron el partido.
La entrada de Semedo anuló a Nico, mientras que Rubén Neves aportó solidez en el mediocampo.
La Roja, por su parte, comenzó a ceder terreno.
Cristiano dice presente y deja huella

A los 61 minutos, el eterno Cristiano Ronaldo, con 40 años y 138 goles como internacional, empató con su primer remate claro.
Poco después, Nuno Mendes volvió a desbordar por izquierda y, con la pasividad defensiva de Lamine Yamal y la lentitud de Cucurella, fabricó el segundo gol de Portugal, nuevamente para Cristiano.
España buscó el empate con intentos de Pedri, Nico Williams e incluso un espectacular remate de Isco, que volvió a la selección tras seis años.
Pero el arquero Diogo Costa evitó el tanto de la victoria a siete minutos del final.
En la prórroga, todo se igualó
La prórroga trajo menos ritmo y más precaución.
Con Cristiano lesionado y fuera de acción, Portugal apostó por Rafael Leão, que junto a Mendes convirtió la banda izquierda en un tormento.
España no capitalizó sus pocas llegadas, y la última la tuvo Portugal con un cabezazo de Diogo Jota que pasó cerca.
Morata y los fantasmas
En la tanda de penaltis, ambos equipos ejecutaron con seguridad… hasta que llegó el turno de Álvaro Morata.
Con todo el estadio en silencio, su disparo fue contenido por Diogo Costa.
El penal definió una final igualada, en la que el más mínimo error tenía consecuencias.
Portugal se corona campeón de la Liga de Naciones 2025, y España, aunque dolorida, confirma que tiene una generación prometedora que llegará al Mundial 2026 como una de las grandes favoritas.