Felipe Bergoglio, de 20 años y nacido en Córdoba, Argentina, está construyendo una prometedora carrera en el fútbol italiano. Aunque su apellido lo vincula directamente con el papa Francisco —su bisabuelo era primo del pontífice— el joven defensa central del Castiglione 1919, equipo que compite en los torneos regionales de la Toscana, prefiere ser reconocido por su rendimiento deportivo antes que por su parentesco.
Desde muy pequeño, Felipe Bergoglio se formó en el Club Social y Deportivo Lasallano, institución cordobesa conocida por fomentar tanto el desarrollo futbolístico como valores comunitarios. En 2023, su vida dio un giro cuando su familia se mudó a Italia por motivos laborales. En ese momento, Felipe encontró la oportunidad de continuar su formación futbolística en el club Misano Adriático, donde disputó 22 partidos en la Promoción Romagna, una liga regional semiprofesional. Su paso por Misano fue clave para adaptarse al estilo táctico europeo. “He venido a Italia a aprender”, afirmó en una entrevista reciente. En 2024, firmó con Castiglione 1919, un club fundado en 1919 con fuerte arraigo local, donde se ha afianzado como defensor titular gracias a su disciplina táctica, dominio en el juego aéreo y liderazgo en la última línea.
Más allá del apellido

Aunque ser pariente del papa Francisco le ha generado cierto interés mediático, Felipe Bergoglio evita sacar provecho de ello.
“Lo valoro, pero quiero que se me conozca por lo que hago dentro de la cancha”, afirma.
Fue apenas un niño cuando su familia celebró la elección del papa en 2013, y aunque guarda recuerdos vívidos de aquella época, hoy su atención está centrada en crecer como profesional en un país con gran tradición futbolística.
He venido a Italia a aprender
Felipe Bergoglio
Fe, fútbol y vida

Felipe Bergoglio reconoce que la fe sigue siendo parte esencial de su vida.
Incluso, entre bromas, cuenta que sus compañeros le piden bendiciones antes de los partidos o cuando sufren alguna lesión.
Aunque lo toma con humor, admite que su religiosidad es parte de su día a día, lo que conecta con el legado espiritual de su familia.
Además de entrenar, se adapta progresivamente a la cultura italiana.
Aspira a llegar algún día a clubes históricos del Calcio como la Juventus, el Milan o el Napoli.
“Estoy aquí para progresar paso a paso”, señala con humildad, decidido a dejar huella por sus méritos propios.
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