La Mara Salvatrucha, también conocida como MS-13, se ha convertido en sinónimo de violencia y crímenes en Estados Unidos.
Pero, ¿es esta pandilla realmente responsable de la mayoría de los delitos, o su fama supera los hechos reales?
El impacto de la Mara Salvatrucha en Estados Unidos
La MS-13, originada en Los Ángeles durante los años 80 por migrantes salvadoreños que huían de la guerra civil, ha sido vinculada a actos de violencia extrema en varias ciudades de Estados Unidos.
Según el FBI, la pandilla cuenta con unos 10,000 miembros en el país y opera principalmente en regiones como California, Nueva York y Maryland.
Sin embargo, un reciente informe del Centro para Estudios Migratorios (CMS) indica que, aunque la Mara Salvatrucha es responsable de actos violentos, su impacto en el total de crímenes en EE.UU. podría estar exagerado.
“Las pandillas como la MS-13 representan una fracción de los delitos violentos en el país, pero su notoriedad mediática amplifica su percepción de amenaza,” explica el análisis.
¿Por qué se culpa tanto a la MS-13?
La respuesta está en la cobertura mediática y el discurso político.
En 2017, el presidente Donald Trump calificó a la Mara Salvatrucha como “animales” y usó su existencia como argumento para endurecer las políticas migratorias.
Desde entonces, la pandilla ha sido utilizada como un ejemplo de los peligros de la migración irregular.
Sin embargo, expertos como Steven Dudley, autor del libro “MS-13: The Making of America’s Most Notorious Gang”, argumentan que esta narrativa está desconectada de la realidad.
“Los crímenes asociados a la MS-13 son graves, pero no representan una crisis nacional. Las comunidades latinas a menudo son las más afectadas y estigmatizadas,” señala Dudley.
¿Qué dice la comunidad hispana?
Para muchos hispanos en Estados Unidos, la Mara Salvatrucha representa un problema real, pero también una fuente de estigmatización.
No todos los inmigrantes somos pandilleros
Ana Reyes, residente de Long Island
“Es injusto que usen a la MS-13 para pintar a todos los latinos como criminales”, comentó.
Mientras tanto, las comunidades también lidian con el temor de que las pandillas recluten a jóvenes vulnerables.
Programas comunitarios en ciudades como Los Ángeles y Washington, D.C., están trabajando para prevenir que adolescentes caigan en las redes de la Mara Salvatrucha ofreciendo apoyo educativo y oportunidades laborales.
Lo que nadie te cuenta
Aunque la MS-13 es una amenaza real, los datos muestran que las tasas de criminalidad en general han disminuido en Estados Unidos en las últimas décadas.
La narrativa que conecta directamente a la pandilla con una crisis de seguridad nacional a menudo omite este contexto.
Además, muchos expertos coinciden en que la solución no está en criminalizar a los migrantes, sino en abordar las causas profundas de la violencia, como la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades en las comunidades de origen.
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