La temporada 2025 de las Grandes Ligas de Béisbol (MLB) está dejando una amarga huella para los Colorado Rockies y los Chicago White Sox. Ambas franquicias, históricamente competitivas en distintos momentos, se encuentran ahora al borde de romper marcas negativas que nadie quiere alcanzar. Colorado (récord de 4-21, porcentaje de .160) y Chicago (6-20, porcentaje de .231) pelean no solo por salir del fondo de sus respectivas divisiones, sino por evitar inscribirse en los libros de historia de MLB como dos de los peores equipos de todos los tiempos.
Mientras los White Sox enfrentan a los Athletics en Sacramento, los Rockies luchan en casa contra los Cincinnati Reds. Ambas series muestran claramente la falta de consistencia en ambos equipos, con derrotas dolorosas en los últimos innings que reflejan sus profundas deficiencias.
Los White Sox
En 2024, los White Sox ya habían establecido una marca histórica al cerrar la temporada con un terrible 41-121.
El peor porcentaje de victorias (.253) en la era moderna (desde 1901).
Superaron incluso a los míticos New York Mets de 1962 (40-120, .250).
Marcas negativas que nadie quiere alcanzar
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Ahora, en 2025, el panorama no es muy diferente.
Con su actual rendimiento, Chicago amenaza con repetir una campaña de más de 100 derrotas.
Sería devastador para una franquicia que lucha por reconstruir su identidad competitiva.
En su serie más reciente, cayeron frente a Oakland tras desperdiciar una oportunidad en la novena entrada, demostrando que los errores mentales siguen costándoles partidos cerrados.
Los Rockies
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La situación de los Rockies es incluso más alarmante que la de los White Sox.
Con un porcentaje de victorias de apenas .160, proyectan terminar la temporada con menos de 30 victorias.
Es un hecho sin precedentes en la era moderna de MLB.
La comparación inevitable es con los Cleveland Spiders de 1899, el peor equipo de la historia de la liga, que cerró con un infame récord de 20-134 (.130).
Los Spiders, célebres por perder 24 juegos consecutivos y ganar apenas 11 partidos fuera de casa, representan el estándar de miseria que ahora acecha a Colorado.
Con cuatro derrotas consecutivas y marca de 1-9 en sus últimos 10 juegos, los Rockies enfrentan una urgente necesidad de cambios para no caer en los libros de récords de la peor manera.
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