“Una Iglesia pobre para los pobres”, repetía el Papa Francisco. Y quienes lo conocieron de cerca, como Sor Geneviève, saben que lo vivió hasta su último aliento. El viernes 25 de abril de 2025, el corazón del catolicismo se detuvo para rendir homenaje al Papa Francisco, fallecido a los 88 años. En la Basílica de San Pedro, bajo la solemnidad vaticana y la mirada del mundo entero, una escena inesperada rompió el protocolo y se volvió símbolo del legado que deja el pontífice argentino.
Una mujer vestida de azul, con mochila al hombro, cruzó discretamente el pasillo central del templo. Se detuvo frente al féretro, se limpió las lágrimas con temblorosa dignidad y permaneció ahí, en silencio. Era Sor Geneviève Jeanningros, amiga personal del Papa, y su gesto se volvió viral en medios de todo el mundo.
Amistad que nació en las periferias
Sor Geneviève tiene 81 años y vive en una caravana en la ciudad costera de Ostia, a las afueras de Roma.
Junto a otra religiosa, dedica su vida al acompañamiento de comunidades vulnerables: personas LGBTQ, feriantes, inmigrantes y sin hogar.
A Francisco le gustaba visitarla sin cámaras, lejos del ruido institucional.
Durante su pontificado, el Papa hizo de la “Iglesia de las periferias” una bandera.
Visitó a Sor Geneviève en varias ocasiones, validando su labor y rompiendo barreras internas.
“Ella representa el Evangelio hecho acción”, habría dicho el pontífice en una conversación con miembros de la Diócesis de Roma.
Más allá del protocolo
La escena fue transmitida en vivo por Vatican News.
Mientras cardenales y jefes de Estado mantenían el orden ceremonial, la figura de esta religiosa contrastó por su humildad. No había pompa, solo dolor.
Su presencia fue permitida por expresa autorización de funcionarios vaticanos, quienes reconocieron su cercanía con el Papa.
Su gesto se volvió viral en medios de todo el mundo
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Este gesto no fue solo un tributo íntimo.
Fue un recordatorio de que la espiritualidad no está reservada a los altares, sino que florece en caravanas, comedores populares y calles polvorientas.
Iglesia inclusiva
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Francisco será recordado como un líder que acercó el Vaticano a los olvidados.
Su amistad con Sor Geneviève es reflejo de su visión pastoral:
No juzgar, no excluir, servir primero a quienes más sufren. En sus palabras, “el tiempo es superior al espacio, el todo es superior a la parte”.
Organizaciones católicas en EE.UU. —como Hispanic Ministry Resource Center y Catholic Charities— han destacado cómo la apertura del Papa inspiró nuevos ministerios para inmigrantes, trabajadores agrícolas y personas LGBTQ en comunidades hispanas.
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