Una redada migratoria del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) generó caos, indignación y un debate público en San Diego tras ejecutarse el pasado viernes 31 de mayo en los restaurantes Buona Forchetta y Enoteca Buona Forchetta, ubicados en el vecindario de South Park.
Tres empleados mexicanos fueron detenidos, algunos esposados, y el local tuvo que cerrar inesperadamente en plena hora pico, según reportó la agencia Efe.
Empleados esposados y el restaurante cerrado
Nice to see San Diego fighting back against Trump’s masked and warrantless gestapo
— TACO (@Nublinski) May 31, 2025
Según relató Renato Ametrano, gerente general del restaurante, los agentes de ICE llegaron sin previo aviso alrededor de las 4:30 p.m., rodearon el edificio y entraron armados.
“Me empujaron contra la pared y esposaron a todos. Fue muy traumático”, declaró el gerente al medio local San Diego Union Tribune.
Indicó que al menos tres trabajadores fueron detenidos por no presentar una identificación válida y que otros empleados abandonaron el lugar en estado de shock.
El restaurante, que tenía múltiples reservaciones esa noche, tuvo que cerrar.
La escena, descrita por testigos como caótica, fue documentada por residentes que se congregaron para apoyar al personal.
De acuerdo con la agencia Efe, los agentes detuvieron en la redada a tres trabajadores mexicanos, pero todos los presentes los confrontaron y, mientras los oficiales se replegaban a sus vehículos, los clientes del restaurante los siguieron mientras les gritaban que se fueran y grababan con celulares, imágenes que se volvieron virales.
En un video publicado por CBS San Diego, se ve cómo residentes locales coreaban “¡Vergüenza!” mientras el ICE realizaba la redada en el restaurante italiano.
Críticas del alcalde y congresistas

El alcalde de San Diego, Todd Gloria, criticó duramente la redada.
“Este tipo de acciones no generan seguridad, sino temor. Planteé mis objeciones directamente a la dirección de Investigaciones de Seguridad Nacional y seguiré defendiendo los derechos de todos en nuestra ciudad”, dijo en un comunicado el sábado.
Los congresistas federales Juan Vargas, Scott Peters y Sara Jacobs, todos representantes del área de San Diego, condenaron el operativo.
Vargas lo calificó como un “grave error”, señalando que se trató de una redada con armas tácticas en un restaurante familiar lleno de comensales.
“No era el lugar ni el momento”, declaró Juan Vargas.
Scott Peters denunció que ICE no cumplió su promesa de enfocarse en criminales peligrosos y, en cambio, detuvo a trabajadores de cocina y limpieza.
Además, los legisladores indicaron que esta operación se habría autorizado desde instancias federales, posiblemente bajo influencia del asesor conservador Stephen Miller, con una meta de 3,000 detenciones diarias.
Protestas y apoyo comunitario

El sábado, decenas de personas se manifestaron afuera de Buona Forchetta con pancartas y mensajes de apoyo a los trabajadores.
El dueño del restaurante, Matteo Cattaneo, declaró estar en shock.
“Fue una locura. No entiendo por qué se llevaron a estas personas. Queremos hacer lo correcto y apoyar a nuestros empleados”.
Cattaneo aseguró que todos sus trabajadores han entregado documentos legales, aunque reconoció que “nadie puede saberlo con certeza”.
Buona Forchetta reabrió el sábado, pero otras sucursales decidieron cerrar temporalmente.
Preocupaciones legales y constitucionales
Los congresistas enfatizaron que detener a personas sin cargos constituye una posible violación de la Cuarta Enmienda de la Constitución de EEUU, que protege contra detenciones arbitrarias.
Responsabilizaron al tribunal federal que autorizó la operación por el “caos desatado”.
El incidente, ampliamente difundido en medios y redes sociales, ha encendido una vez más el debate sobre el uso del poder de ICE en lugares públicos y la necesidad de salvaguardar la dignidad de los trabajadores inmigrantes en EEUU.
Fue una locura. No entiendo por qué se llevaron a estas personas. Queremos hacer lo correcto y apoyar a nuestros empleados