Patrick Crusius, el autor del tiroteo masivo ocurrido el 3 de agosto de 2019 en un supermercado Walmart en El Paso, fue condenado este lunes por segunda vez a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. La nueva sentencia corresponde al juicio estatal en Texas y se suma a la pena impuesta en 2023 por un tribunal federal, que le dictó 90 cadenas perpetuas consecutivas tras declararse culpable de delitos de odio y asesinato.
Crusius, de 26 años, se declaró culpable para evitar la pena de muerte que inicialmente la fiscalía del condado de El Paso mantenía sobre la mesa. Durante la audiencia, el juez Sam Medrano expresó que el crimen no solo no quebrantó a la comunidad, sino que fortaleció su unidad: “La comunidad que intentaste destruir se ha convertido en un símbolo de resiliencia, amor y humanidad frente al odio”, afirmó.
Ataque racista

La masacre dejó 23 muertos y 22 heridos, en su mayoría latinos.
Poco después del ataque, Patrick Crusius confesó haberlo planeado con base en un manifiesto xenófobo.
Ahí expresó su temor a una supuesta “invasión hispana” en Texas.
El documento, que publicó en línea antes del tiroteo, contenía ideología supremacista blanca y declaraciones explícitas contra inmigrantes mexicanos.
Crusius se declaró culpable para evitar la pena de muerte
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El abogado de Patrick Crusius, Joe Spencer, reconoció que su cliente creía estar actuando conforme a la retórica política que dominaba el discurso público en ese momento.
Aunque Crusius negó que alguna figura política fuera responsable directa, reconoció que actuaba como respuesta a mensajes antiinmigrantes ampliamente difundidos.
Justicia local

La acusación estatal permaneció estancada durante más de cinco años.
Fue recién en marzo de 2025 que el fiscal del condado de El Paso, James Montoya, anunció la renuncia a buscar la pena capital si el acusado se declaraba culpable, lo cual finalmente ocurrió.
En su mensaje tras la audiencia, Montoya llamó a dejar de lado la retórica de odio y centrarse en honrar a las víctimas:
“No podemos permitir que discursos divisivos deshumanicen a nuestras comunidades”.
El caso de Patrick Crusius ha sido emblemático para la comunidad hispana en Estados Unidos.
No solo por el trágico número de víctimas, sino por lo que reveló sobre los riesgos del discurso de odio.
La doble condena reafirma un mensaje legal y social: los crímenes motivados por racismo y xenofobia no quedarán impunes.
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