El trabajo desde casa ha dejado de ser una tendencia pasajera y se ha convertido en una alternativa real para miles de hispanos en Estados Unidos. Pero aquí hay una ventaja que muchos desconocen: emprender desde casa no solo te da libertad, sino que también te permite ahorrar una buena cantidad de dinero en impuestos.
Según el U.S. Census Bureau, el número de pequeños negocios dirigidos desde casa ha crecido exponencialmente en la última década, y con razón. “Los dueños de negocios que trabajan desde casa pueden acceder a importantes deducciones fiscales que les ayudan a reducir su carga tributaria”, explica Mark Steber, jefe de impuestos en Jackson Hewitt. Si eres parte de la comunidad hispana y estás pensando en dar el salto al emprendimiento, en QueOnnda.com te explicamos cómo maximizar tus ahorros y evitar errores comunes en el proceso.
1. Registra tu negocio
Antes de empezar a deducir impuestos, necesitas asegurarte de que tu negocio esté registrado de forma legal.
En EE.UU., puedes operar como sole proprietor (trabajador independiente) o establecer una LLC (Sociedad de Responsabilidad Limitada), una opción que puede ofrecerte protección legal y beneficios fiscales.
Para registrarte, visita el sitio web del IRS y obtén un EIN (Employer Identification Number).
Este número te permitirá separar tus finanzas personales de las del negocio, facilitando la declaración de impuestos.
2. Aprovecha las deducciones fiscales
Uno de los beneficios clave del trabajo desde casa es la posibilidad de deducir ciertos gastos en tu declaración de impuestos. Estas son algunas de las deducciones más comunes:
Espacio de trabajo en casa: Puedes deducir un porcentaje de tu renta o hipoteca si usas un espacio exclusivo para tu negocio.
Servicios y suministros: Internet, electricidad, teléfono y materiales de oficina también pueden ser deducidos.
Vehículo personal: Si usas tu auto para actividades de negocio, puedes deducir millas recorridas y gastos de mantenimiento.
Capacitaciones y software: Cursos, suscripciones y herramientas digitales como QuickBooks o Zoom también califican.
El IRS ofrece detalles sobre estas deducciones en su sitio oficial. Recuerda documentar todo con recibos y facturas para evitar problemas en caso de auditoría.
El trabajo desde casa ha dejado de ser una tendencia pasajera
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3. Paga tus impuestos
Si trabajas por cuenta propia, no tienes un empleador que retenga impuestos de tu salario.
Esto significa que debes pagar impuestos estimados cada trimestre para evitar multas.
El IRS establece cuatro fechas de pago anuales: abril, junio, septiembre y enero del siguiente año.
Usar herramientas como TurboTax o consultar con un contador puede ayudarte a calcular los montos exactos y evitar sorpresas al final del año.
4. Abre una cuenta de jubilación
Si trabajas por tu cuenta, no tienes acceso a un plan 401(k) tradicional, pero puedes aprovechar opciones como un IRA tradicional o un SEP IRA.
Estos planes no solo te permiten ahorrar para el futuro, sino que también te ofrecen beneficios fiscales inmediatos, reduciendo tu ingreso imponible.
Según la firma Fidelity Investments, los dueños de negocios que ahorran en cuentas de retiro pueden reducir su factura fiscal en miles de dólares anualmente.
Consulta con un asesor financiero para elegir la mejor opción según tus ingresos y necesidades.
El trabajo desde casa no solo es una forma de generar ingresos con mayor flexibilidad, sino también una excelente estrategia para reducir tu carga fiscal.
Si estás considerando emprender, asegúrate de registrar tu negocio correctamente, aprovechar las deducciones fiscales, pagar impuestos a tiempo y planificar tu retiro.