El presidente Donald Trump ha ordenado una pausa temporal en su polémico programa de redadas migratorias, específicamente en sectores clave como la agricultura y la hostelería, en medio de crecientes críticas públicas y advertencias del impacto económico negativo que estas acciones podrían generar.
La medida, revelada por el diario The New York Times, marca un cambio táctico en la política migratoria del gobierno republicano, que hasta ahora se había caracterizado por una postura de línea dura.
Se frena la persecución en granjas y restaurantes

Según un correo electrónico interno al que tuvo acceso el Times, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) recibió instrucciones claras de suspender temporalmente todas las operaciones y redadas en centros laborales relacionados con la agricultura (incluyendo acuicultura y empacadoras de carne), así como en restaurantes y hoteles.
Estas áreas, fuertemente dependientes de la mano de obra inmigrante —en su mayoría hispana—, han sido el epicentro de numerosas acciones de ICE en las últimas semanas.
La portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Tricia McLaughlin, confirmó la decisión, subrayando que seguirán “cumpliendo las instrucciones del presidente” y que la prioridad sigue siendo “retirar de las calles a los peores delincuentes extranjeros ilegales”.
Sin embargo, la pausa representa un claro reconocimiento de que las redadas masivas podrían estar afectando negativamente sectores clave de la economía y tensando la relación con distritos electorales conservadores.
Presión económica y protestas ciudadanas

El anuncio llega después de una semana de intensas protestas en Los Ángeles y otras ciudades del país, donde miles de personas han salido a las calles para rechazar las redadas masivas y la creciente militarización de las comunidades latinas.
Organizaciones de derechos civiles, sindicatos agrícolas y defensores de los inmigrantes habían denunciado que estas acciones estaban generando miedo generalizado entre trabajadores esenciales, incluidos muchos con décadas de residencia en EEUU y sin historial delictivo.
Además, el propio presidente Trump reconoció recientemente, en una reunión con asesores, que las redadas estaban afectando la productividad del sector agrícola en California, Texas y Florida.
Estos estados son esenciales tanto para la economía nacional como para la estrategia política del Partido Republicano en las próximas elecciones legislativas de 2026.
La meta de 3,000 arrestos diarios en pausa

Desde que regresó a la Casa Blanca en enero de 2025, Trump ha impulsado una política migratoria mucho más agresiva.
En reuniones previas, altos funcionarios de su administración instruyeron a ICE a realizar 3,000 arrestos diarios, lo que provocó un aumento notorio de redadas en zonas urbanas, rurales y hasta en plantaciones.
Sin embargo, esta cifra ambiciosa y su ejecución han generado controversia dentro de la misma estructura federal, pues agentes de ICE han denunciado falta de recursos, exceso de presión y riesgos de violar derechos civiles al actuar sin órdenes de arresto formales.
Impacto para los inmigrantes en EEUU
Aunque la suspensión es temporal y no representa una reversión de la política migratoria, para muchas familias hispanas supone un pequeño respiro.
Miles de trabajadores indocumentados en granjas, cocinas y hoteles se habían visto obligados a esconderse o abandonar sus empleos por temor a ser detenidos.
Sin embargo, activistas migratorios advierten que la pausa no debe leerse como un cambio de postura estructural, sino como una estrategia temporal impulsada por cálculos políticos. La vigilancia, dicen, debe continuar.
La pausa representa un claro reconocimiento de que las redadas masivas podrían estar afectando negativamente sectores clave de la economía