El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca no ha pasado desapercibido, y en solo 100 días de mandato, el presidente ha firmado 142 órdenes ejecutivas, la cifra más alta jamás registrada en este periodo. Su estrategia es clara: imponer una transformación total del aparato gubernamental mediante el uso intensivo del poder ejecutivo.
Desde su primer día, Trump dejó claro que gobernaría por decreto. Solo el 20 de enero firmó 26 órdenes, incluyendo medidas sobre inmigración, energía, justicia y reestructuración institucional. Este enfoque ha sido comparado por analistas con una ofensiva institucional orientada a consolidar rápidamente los ejes de su agenda sin depender del Congreso.
Inmigración
La inmigración ha sido uno de los focos principales.
Trump declaró una nueva “emergencia nacional” en la frontera con México y desplegó a la Guardia Nacional para reforzar los controles.
También reinstauró el programa “Quédate en México” y clasificó a los cárteles como organizaciones terroristas.
En una medida muy controvertida, firmó una orden ejecutiva para eliminar el derecho a la ciudadanía por nacimiento para hijos de inmigrantes indocumentados.
Aunque esta iniciativa está en revisión en la Corte Suprema, ha reavivado el debate constitucional.
Además, Trump relanzó su cruzada contra las ciudades santuario, ordenando recortes de fondos y proponiendo la construcción de centros de detención temporales con capacidad para 30.000 inmigrantes en Guantánamo.
Economía
Trump ha impuesto una nueva ola de aranceles a productos de más de 50 países.
México, Canadá y China fueron los primeros en ser afectados, con gravámenes de hasta 145% para algunas importaciones.
Trump dejó claro que gobernaría por decreto
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Aunque inicialmente justificó la medida como una defensa del trabajador estadounidense, los mercados han reaccionado con preocupación ante los posibles efectos en precios y exportaciones.
Aun así, la administración insiste en que esta estrategia “liberará” a EE.UU. de la dependencia comercial extranjera.
Energía y medio ambiente
Bajo el argumento de “emergencia energética nacional”, Trump ordenó reactivar la producción petrolera y de gas.
Además autorizó nuevas perforaciones en zonas protegidas.
También suspendió regulaciones ambientales y retiró a EE.UU. del Acuerdo Climático de París.
Se ha impulsado además la minería de tierras raras, esenciales para la industria tecnológica, con el objetivo de reducir la dependencia de China en la cadena de suministro.
Salud reproductiva
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En temas sociales en estos 100 días, Trump ha desmantelado políticas de diversidad e inclusión.
Eliminó todos los programas federales relacionados con equidad de género, prohibió tratamientos de afirmación de género para menores y vetó a personas transgénero del ejército y del deporte femenino.
Asimismo, cortó toda financiación federal a organizaciones que promueven o facilitan abortos, reforzando su alianza con sectores conservadores y religiosos.
Retiro internacional
En política exterior, Trump ha retirado a EEUU de organismos como la OMS, la OCDE y el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
También congeló fondos para agencias como la UNRWA y ha intensificado las sanciones contra la Corte Penal Internacional.
Por otro lado, firmó una orden para desclasificar archivos relacionados con los asesinatos de JFK.
Así como los de Robert Kennedy y Martin Luther King Jr., alimentando la narrativa de transparencia, aunque aún no se han revelado datos concluyentes.
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