En un acto simbólico que une política, deporte y espectáculo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue el encargado de entregar el trofeo al Chelsea FC tras su contundente victoria de 3-0 sobre el París Saint-Germain (PSG) en la final del primer Mundial de Clubes de la FIFA con 32 equipos.
El evento se llevó a cabo en el MetLife Stadium ante más de 81,000 espectadores, este domingo 13 de julio.
Una final histórica con sello británico
El presidente Trump estuvo acompañado por la primera dama, Melania Trump, y por el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, con quien mantiene una relación cercana.
Desde el palco presidencial, ambos siguieron atentamente un partido que coronó al club inglés con una actuación arrolladora en la primera mitad.
El Chelsea, dirigido por Enzo Maresca, dominó desde el inicio y dejó sin respuesta al PSG de Luis Enrique, que venía de eliminar con autoridad al Real Madrid en semifinales.
Cole Palmer fue la figura del encuentro con un doblete (minutos 22 y 30) y una asistencia a Joao Pedro, quien selló el marcador en el 43.
El planteamiento táctico del Chelsea fue impecable: presión alta, recuperación veloz y ataque por los costados.
Palmer desequilibró constantemente por la banda derecha, mientras Joao Pedro aprovechó cada espacio en la defensa parisina.
Moisés Caicedo, quien era duda por molestias en el tobillo, fue clave en el medio campo, y el portero español Robert Sánchez evitó cualquier intento de remontada del PSG con atajadas de gran mérito.
Chelsea, campeón del Mundial de Clubes
THE TROPHY IS OURS!!! 🔵 pic.twitter.com/FhvHlgNO3c
— Chelsea FC (@ChelseaFC) July 13, 2025
Tras el pitido final, Donald Trump descendió al campo junto a Infantino para entregar el trofeo al capitán del Chelsea, Reece James.
El presidente no solo participó en la ceremonia protocolaria, sino que también permaneció en la cancha celebrando con los jugadores, algo poco habitual para un jefe de Estado.
La imagen de Trump rodeado de futbolistas y cámaras en el MetLife Stadium captó la atención internacional.
Este gesto refuerza la apuesta política y diplomática de la administración Trump por proyectar a Estados Unidos como anfitrión y protagonista del fútbol mundial.
La final también sirvió como antesala al Mundial de selecciones de 2026, que organizarán EEUU, México y Canadá, y cuya final también se jugará en este estadio de Nueva Jersey.
PSG: de favorito a frustrado
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El PSG llegaba como favorito tras una temporada estelar y un torneo impecable, pero no logró mostrar su mejor versión en la final.
El miércoles había ‘aplastado’ al Real Madrid 4 goles a 0.
Joao Neves fue expulsado en el minuto 85 tras una dura falta sobre Marc Cucurella, y figuras como Dembélé y Kvaratskhelia pasaron desapercibidas.
El equipo francés terminó con frustración una temporada que prometía el sextete.
Aunque ni Chelsea ni PSG son clubes latinoamericanos, el torneo contó con destacada presencia de equipos y jugadores hispanos, como Palmeiras y Fluminense, así como futbolistas ecuatorianos, colombianos, mexicanos y argentinos que brillaron en diversas fases del campeonato.
El éxito organizativo del torneo, celebrado por primera vez con 32 clubes, es una buena señal para la creciente comunidad futbolera hispana en EEUU, que verá cómo su país se transforma en epicentro del fútbol mundial en los próximos años.
