El 23 de abril de 2025, el automovilismo mexicano perdió a uno de sus seguidores más entrañables: Fabbio, el perrito que durante años se ganó el cariño de miles de fanáticos de Sergio “Checo” Pérez. A sus 16 años de edad, Fabbio cruzó su última meta, dejando una huella imborrable en los corazones de quienes lo acompañaron en su singular travesía.
Conocido en redes sociales como @fabbio_f1, Fabbio se convirtió en un símbolo de pasión, lealtad y amor por el deporte motor. A bordo de un pequeño monoplaza réplica de Red Bull, era habitual verlo rodar en los paseos dominicales de Paseo de la Reforma en Ciudad de México, acompañado siempre por su dueño, Jorge Alvarado Rayón. Aunque nunca pudo asistir físicamente al Gran Premio de México, su imagen —ya fuera en cartón o en espíritu— se hacía presente en cada carrera, alentando a Checo como el fan más incondicional.
Despedida llena de amor

En sus últimos días, Fabbio fue hospitalizado en un centro veterinario tras complicaciones de salud.
Su comunidad de seguidores respondió de inmediato, organizando una campaña para costear su atención médica.
Fabbio se convirtió en un símbolo de pasión, lealtad y amor por el deporte motor
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Fanáticos del automovilismo, amantes de los animales y simpatizantes de su historia se unieron en un emotivo gesto de solidaridad.
El anuncio de su fallecimiento fue realizado por su compañero Jorge, quien compartió un conmovedor video de despedida que rápidamente se viralizó, demostrando el profundo impacto que Fabbio dejó en la comunidad.
Homenaje que cruzó fronteras

La historia de Fabbio llegó hasta la familia de Checo Pérez.
Antonio Pérez, hermano del piloto tapatío, expresó su agradecimiento y empatía a través de un mensaje en la cuenta oficial de Fabbio:
“Gracias por inculcarle el amor para mi hermano… somos perrunos y sé lo que es perder a un compañerito de vida”.
Más que una mascota, Fabbio representó los valores que hacen grande al deporte:
Pasión, compromiso y un amor incondicional que rompió barreras entre humanos y animales.
Su legado continuará inspirando a quienes ven en el automovilismo no solo una competencia, sino una fuente de unión y esperanza.
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