El sistema penitenciario de New Orleans, Luisiana enfrenta una crisis de seguridad tras confirmarse la fuga de 10 reclusos, ocurrida este viernes en el Centro de Justicia de Orleans Parish. Hasta el momento, solo uno ha sido recapturado y nueve permanecen prófugos, según confirmó la Oficina de la Sheriff Susan Hutson y medios locales como NOLA.com.
El escape se detectó durante un conteo rutinario que se hizo a las 8:30 a.m. por el personal penitenciario. Las autoridades señalaron que los internos lograron salir de sus celdas a través de cerraduras defectuosas y accedieron a un corredor de mantenimiento, lo que facilitó la evasión.
Investigación en curso

La sheriff Hutson reconoció que el escape de esta cárcel de New Orleans no habría sido posible sin ayuda adicional.
“Tenemos motivos para creer que los reclusos recibieron asistencia interna”, declaró en conferencia de prensa.
Añadió que se ha iniciado una investigación interna y externa para determinar fallas operativas y de infraestructura.
Las autoridades también analizan videos de seguridad y los movimientos del personal penitenciario para identificar cualquier negligencia o complicidad.
Si se descubre que hubo ayuda interna o externa, se tomarán medidas penales
Sheriff Susan Hutson
Se consideran peligrosos

Los prófugos de esta cárcel de New Orleans están clasificados como de alta peligrosidad.
Cuatro de ellos enfrentan cargos por homicidio, y otros por delitos graves con armas y tráfico de drogas.
Uno de los más buscados es Derrick Groves.
Lo condenaron en 2024 por dos asesinatos y dos intentos de homicidio vinculados a un tiroteo durante el Mardi Gras de 2018.
El único detenido hasta ahora es Kendall Myles, a quien capturaron tras una breve persecución a pie en el Barrio Francés, una zona turística del centro de New Orleans.
Protección a testigos

La policía estatal y el FBI están colaborando con agencias locales para localizar a los fugitivos.
Además, según la superintendente de la policía de New Orleans, Anne Kirkpatrick, se ha procedido a proteger a personas que podrían estar en peligro por haber testificado contra los reclusos.
Una familia fue reubicada por precaución.
La fiscal general de Luisiana, Liz Murrill, calificó la fuga como “inaceptable” y criticó la demora de las autoridades en alertar al público.
Para más información, visita QuéOnnda.com