Diecinueve años después del asesinato de Valentín Elizalde, el tema volvió a colocarse en conversación pública a partir de declaraciones recientes de su hermano, Francisco Elizalde, quien aseguró que el proceso para esclarecer lo ocurrido sigue abierto.
En una entrevista con Ventaneando, el cantante explicó que su familia continúa en busca de respuestas y que, de hecho, cuentan con un peritaje reciente que podría aportar elementos importantes para cerrar el caso.
Durante su conversación con el programa de espectáculos, Francisco confirmó que el estudio pericial ya está concluido y que se encuentra en manos de su familia, particularmente de su madre, doña Camila Valencia.
Él lo expresó en términos directos: el peritaje “ya está dado” y “lo tenemos en la mano”, y añadió que lo que faltaría para cerrar el expediente serían “ciertas cositas” y algunas entrevistas pendientes.
Aunque Francisco admitió conocer parte de esa información, fue cuidadoso al señalar que la persona indicada para profundizar en el contenido es su mamá. Dijo que ella es quien puede explicar mejor lo que ahí se plantea y por qué resulta relevante después de tantos años.
La duda que reabre la conversación: ¿Tano Elizalde iba realmente en la camioneta?
En el mismo contexto mediático, se ha mencionado uno de los puntos más delicados que, según lo comentado en Ventaneando, surgiría de ese peritaje: la posibilidad de que Fausto “Tano” Elizalde, primo de Valentín, no hubiera viajado en la camioneta atacada la noche del asesinato.
Ese señalamiento resulta especialmente sensible porque, de acuerdo con la versión conocida durante años, Tano fue el único sobreviviente del atentado en el que murieron Valentín, su chofer y su representante. Si esa parte se pone en duda, inevitablemente se reactivan preguntas sobre la secuencia exacta de los hechos.
El contexto del asesinato de Valentín Elizalde
El crimen ocurrió en Reynosa, Tamaulipas, la madrugada del 25 de noviembre de 2006, después de que Valentín Elizalde se presentara en el palenque de la Expo-Feria de Reynosa.
Minutos después de salir del lugar, la camioneta en la que viajaba fue atacada por un grupo armado. Ese episodio marcó un antes y un después para el regional mexicano y, desde entonces, ha estado rodeado de versiones, teorías y especulaciones.
El interés creció en semanas recientes porque Tano Elizalde dio declaraciones en el podcast La Funa, en las que abordó los momentos previos al ataque y negó una versión muy repetida: que el atentado se hubiera detonado porque Valentín cantó el corrido “A mis enemigos”.
En ese espacio, Tano afirmó que “nunca se le prohibió cantar ese corrido” y sostuvo que no estaba dirigido a una persona en particular. Estas declaraciones fueron retomadas por medios como Infobae, lo que amplificó la conversación.
Con el peritaje reciente mencionado por Francisco, y con nuevas entrevistas públicas como la de Tano, el caso vuelve a tomar fuerza en la opinión pública.
La familia, según lo dicho por el propio Francisco, mantiene la intención de esclarecer lo sucedido y, aunque ha pasado casi una generación desde aquella madrugada, el nombre de Valentín Elizalde sigue asociado a una pregunta que no se apaga: qué ocurrió realmente esa noche en Reynosa.
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