La Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) intensificará sus operativos en ciudades santuario como Los Ángeles, Nueva York, Chicago, Portland y Seattle, según declaraciones de Tom Homan, asesor de fronteras del presidente Donald Trump, el 28 de agosto de 2025.
Esta medida, que busca priorizar la detención de inmigrantes con antecedentes penales, ha generado temor en comunidades inmigrantes y ha movilizado a activistas para preparar a las familias ante posibles redadas. Desde que Trump asumió el cargo en enero, ICE ha deportado a cerca de 200,000 inmigrantes a nivel nacional.
Un nuevo enfoque en ciudades santuario
El anuncio de Homan señala que las ciudades que limitan la cooperación con ICE, conocidas como santuarios, serán el foco de operativos intensificados tras el feriado del Día del Trabajo.
“Verán un aumento de operaciones en Nueva York, Los Ángeles, Portland, Seattle y Chicago”, afirmó.
En Los Ángeles, donde se han reportado 2,792 detenciones desde junio, la presencia de agentes federales, incluidos 2,000 soldados de la Guardia Nacional, ha incrementado la tensión.
Chicago, según el presidente, podría ser el próximo objetivo, con planes para usar una base naval como centro de operaciones.
Por lo tanto, las comunidades inmigrantes están ajustando sus rutinas.
“La gente no sale como antes. Deciden si van al trabajo según la actividad que vean ese día”, explicó Vanessa Aramayo, de Alianza para Mejoramiento de Comunidades.
En estas ciudades, donde las políticas locales prohíben a la policía colaborar con ICE, los residentes temen redadas en vecindarios, lugares de trabajo y espacios públicos.
Impacto en las comunidades inmigrantes
El miedo a las detenciones ha transformado la vida diaria de muchas familias.
En Los Ángeles, donde el 44% de la población es de origen hispano, los inmigrantes indocumentados evitan actividades cotidianas como ir al supermercado o llevar a sus hijos a la escuela.
En consecuencia, organizaciones comunitarias están intensificando esfuerzos para educar a los residentes.
“Recomendamos designar a un vecino para recoger a los niños y memorizar números de familiares”, aconsejó Aramayo.
Talleres de “Conozca sus derechos” han atendido a miles, con más de 5,000 participantes en California en agosto, según grupos locales.
Además, la Arquidiócesis de Los Ángeles y otras organizaciones religiosas han abierto sus puertas para ofrecer apoyo.
“Pueden acudir a nuestras parroquias para recibir ayuda económica, comida o lo que necesiten”, declaró el arzobispo José Gómez.
Estas iniciativas buscan mitigar el impacto emocional y financiero de las deportaciones, que han separado a familias y afectado sectores como la construcción, donde el 30% de los trabajadores son inmigrantes.
Resistencia y protestas en aumento
Las ciudades santuario han respondido con firmeza.
En Chicago, el alcalde Brandon Johnson enfatizó que la policía local no participará en operativos de ICE, y el gobernador de Illinois, JB Pritzker, expresó apoyo a deportar solo a quienes hayan cometido crímenes violentos.
En Portland, el alcalde Keith Wilson reafirmó el estatus de santuario de la ciudad, asegurando que los empleados municipales no colaborarán con las autoridades federales.
Sin embargo, la presencia de agentes de ICE y otras agencias, como la DEA, ha generado protestas.
En Los Ángeles, más de 300 personas han sido arrestadas en manifestaciones desde junio, y en Seattle, unas 50 protestaron frente a un tribunal federal en agosto.
Preocupaciones por los derechos humanos
Activistas advierten que los operativos no solo afectan a personas con antecedentes, sino también a inmigrantes sin historial criminal.
De las 956 detenciones reportadas por ICE en un solo día en enero, el 52% no involucraba delitos graves, según datos oficiales.
Pese a todo, Homan insiste en que el objetivo es “arrestar a tantos criminales como sea posible”.
Organizaciones como el Immigrant Defense Project están distribuyendo materiales de “Conozca sus derechos” y capacitando a comunidades para enfrentar redadas.
En Nueva York, donde solo el 4% de las detenciones ocurrieron en cárceles debido a políticas santuario, ICE ha recurrido a arrestos en espacios públicos, generando críticas por tácticas agresivas.
Mientras las ciudades se preparan para el aumento de operativos, la incertidumbre persiste.
Los activistas piden a los residentes mantenerse informados y buscar apoyo legal, mientras las tensiones entre las políticas locales y federales continúan escalando.
Este artículo fue publicado originalmente en Nueva News.


