La modelo cubanoamericana Lina Luaces, hija de la presentadora Lili Estefan y actual Miss Universe Cuba 2025, contó que vivió una “traición” dentro del propio certamen de Miss Universe, cuando una compañera a la que consideraba amiga empezó a regar un rumor que podía costarle muy caro.
En una conversación en el podcast Claríssima, de su amiga Clarissa Molina, la hija de Lili Estefan relató que, durante las semanas previas a la final en Tailandia, una concursante comenzó a decirle a otras chicas que ella tenía maquillistas trabajando en su cuarto de hotel. “Eso no era cierto”, subrayó la representante de Cuba, sin revelar el nombre de la modelo que la señaló.
Lina Luaces revela traición en Miss Universe
El comentario no era un simple chisme: en Miss Universe está prohibido que las participantes tengan estilistas o maquillistas particulares durante la competencia, por lo que una acusación así puede acarrear sanciones serias dentro de la organización.
La hija de Lili Estefan explicó que, precisamente por respetar esa regla, muchas compañeras le pedían que se soltara el cabello y ella se negaba porque no sabía peinarse sola de esa forma y no quería arriesgarse a que quedara mal.
Por eso optó casi siempre por recogidos: “no podía meter a nadie en mi cuarto”, dijo.
¿No apoyaba a Fátima Bosch?
Lina también contó que le dolió que en redes sociales algunos la cuestionaran por su postura ante la gran polémica del año: el enfrentamiento público entre Miss México, Fátima Bosch, y el ejecutivo Nawat Itsaragrisil, quien la regañó y la llamó “dummy” en un evento transmitido en vivo, provocando que varias concursantes se levantaran y salieran en solidaridad.
La cubana aclaró que sí apoyó a Fátima Bosch y que incluso se la escucha en el video, pero recordó que muchas chicas tenían miedo de pronunciarse ante las cámaras y que todos esos matices se pierden cuando la gente juzga desde fuera.
Su testimonio llega tras una participación histórica: Lina, nacida en Miami el 2 de agosto de 2002, fue coronada Miss Universe Cuba 2025 en el Milander Park de Hialeah, representando a Santiago de Cuba.
Más tarde logró colocar a la isla en el Top 12 de Miss Universe 2025, celebrado en el Impact Challenger Hall, cerca de Bangkok, en una edición que terminó ganando México con Fátima Bosch.
Una cubana que hace historia
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Es apenas la segunda cubana que compite en Miss Universe desde el regreso del país al certamen en 2024, tras 57 años de ausencia.
Para muchos hispanos que viven en Estados Unidos, una de las grandes preguntas fue cómo una joven nacida en Miami terminó representando a Cuba y no a EE.UU.
La propia Lina lo ha explicado: aunque cumplía los requisitos para competir por Miss USA, ella sentía que su misión era representar sus raíces.
“Soy cubana y estoy muy orgullosa de eso”, dijo, recordando que creció rodeada de familiares cubanos, costumbres y tradiciones que la marcaron.
Detrás de su elección hay también un cambio de reglas
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Tras las críticas de quienes cuestionaban su “cubanidad”, Miss Universe Cuba publicó un lineamiento oficial que reconoce, por primera vez, a la diáspora como parte legítima del universo de candidatas.
Cualquier mujer de ascendencia cubana, nacida dentro o fuera de la isla, puede competir si demuestra nacionalidad o ascendencia directa, o más de seis meses de residencia legal en el país o entidad que representa.
A nivel global, la organización Miss Universe permite que cada delegada tenga ciudadanía, residencia permanente o vínculos legales —como padres o linaje— con el país al que representa.
Eso le abre la puerta a muchas hijas de inmigrantes que viven en EE.UU. y sienten un fuerte lazo con la tierra de sus padres.
En medio de un Miss Universe marcado por walkouts, jueces que renunciaron y hasta investigaciones legales contra la cúpula del certamen, la experiencia de Lina combina luces y sombras.
Desde el orgullo de hacer historia para Cuba hasta el golpe de descubrir que la traición, a veces, viene de donde menos se espera.
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