La comunidad del fisicoculturismo en México atraviesa un momento de profunda tristeza tras confirmarse el fallecimiento de Jorge Corona, un joven atleta de 26 años que perdió la vida el pasado 15 de octubre en un accidente ocurrido en una playa de Quintana Roo.
La noticia, difundida inicialmente por sus familiares y amigos cercanos, se viralizó días después, provocando consternación entre sus seguidores, compañeros de profesión y entrenadores. En redes sociales, numerosos atletas y figuras del fitness expresaron su pesar y destacaron el talento y disciplina que caracterizaban a Jorge, considerado una de las promesas del fisicoculturismo nacional.
Jorge Corona no era un competidor más dentro del ámbito deportivo. A pesar de su juventud, había logrado posicionarse en varios podios de competencias nacionales e internacionales, destacando por su constancia, preparación física y enfoque competitivo.
Su perfil de Instagram, donde acumulaba más de 25 mil seguidores, funcionaba como una especie de bitácora visual de su trayectoria. En él compartía videos de entrenamiento, fotografías de su evolución física, momentos de preparación antes de las competencias y reflexiones motivacionales. Cada publicación transmitía el compromiso y la pasión que tenía por el deporte, valores que lo habían convertido en una figura inspiradora para muchos jóvenes atletas.
Su última publicación, realizada el 12 de octubre, mostraba una fotografía acompañada de un mensaje de admiración hacia Ryan Terry, quien acababa de obtener su tercer título de Mr. Olympia, una de las competencias más importantes del fisicoculturismo mundial. El post reflejaba las aspiraciones profesionales de Corona, quien soñaba con representar a México en los escenarios más exigentes del circuito internacional.
Aunque en un principio circularon diversas versiones sobre las circunstancias de su fallecimiento, fue su amigo cercano, el fotógrafo Rik Ibarrola, quien aclaró los hechos con el objetivo de honrar la memoria del deportista.
En un mensaje publicado en redes sociales, Ibarrola explicó que Jorge entró a nadar en una playa de la Riviera Maya cuando el mar se encontraba particularmente picado debido a las condiciones climáticas del momento.
“Tuvo un problema en el mar. El mar estaba muy picado y no pudo salir”, explicó el fotógrafo en su publicación.
De acuerdo con su testimonio, los amigos que se encontraban con él intentaron auxiliarlo y brindarle reanimación, pero los esfuerzos resultaron infructuosos. El joven falleció ahogado, poniendo fin a un viaje que, hasta entonces, había sido motivo de descanso y disfrute.
Jorge Corona: Sus últimos días: vacaciones en el Caribe

Días antes del accidente, Jorge había compartido en redes sociales imágenes de su visita al parque Xcaret, uno de los destinos turísticos más conocidos de Quintana Roo. En una de sus historias, escribió el mensaje: “Un sábado tranqui en Xcaret”,
acompañado de fotografías donde se le veía relajado y sonriente, disfrutando del entorno natural.
Estas publicaciones, que ahora adquieren un significado melancólico, fueron las últimas señales públicas de su actividad antes del trágico suceso.
Tras conocerse su muerte, diversos entrenadores, atletas y páginas dedicadas al fitness compartieron mensajes en memoria de Jorge Corona. Lo recordaron como un deportista disciplinado, carismático y comprometido, que había logrado construir una carrera prometedora gracias a su constancia y dedicación.
Su historia ha generado reflexiones dentro del medio sobre los riesgos asociados a las actividades acuáticas en playas abiertas y la importancia de atender las advertencias sobre el estado del mar.
El legado de Jorge queda plasmado en su ejemplo de esfuerzo y superación, así como en el cariño y respeto de quienes compartieron con él la pasión por el fisicoculturismo.
El fallecimiento de Jorge Corona representa una pérdida irreparable para el deporte mexicano, especialmente para la comunidad del fisicoculturismo, que lo veía como un referente de perseverancia y futuro talento internacional. Su vida, marcada por la disciplina y la pasión, deja un mensaje de inspiración para quienes lo admiraban y seguían su trayectoria.
Aunque su carrera fue corta, su impacto en la comunidad fitness perdurará como testimonio de dedicación, esfuerzo y amor por el deporte.
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