El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, despidió este lunes al papa Francisco con un emotivo mensaje que resalta el impacto espiritual y humano del primer pontífice latinoamericano. A través de su cuenta oficial en la red social X (antes Twitter), Obama lo definió como “uno de esos escasos líderes que nos hizo querer ser mejores personas”.
Francisco, de 88 años, falleció en la madrugada de este lunes en su residencia de la Casa Santa Marta en el Vaticano, tras una prolongada complicación respiratoria que lo mantuvo hospitalizado durante 38 días en Roma. El deceso lo confirmó la oficina de prensa de la Santa Sede a las 07:35 horas locales (05:35 GMT).
Será recordado por sus palabras
Barack Obama recordó la cercanía del papa Francisco con los más vulnerables y su firme llamado a la conciencia social.
“Nos sacó de nuestra complacencia y nos recordó que todos estamos sujetos a obligaciones morales hacia Dios y hacia los demás”, escribió el exmandatario.
Barack Obama añadió que el papa Francisco será recordado tanto por sus palabras como por “sus gestos, sencillos y profundos a la vez”.
Entre esos gestos, Obama destacó los abrazos del pontífice a enfermos, sus visitas a personas sin hogar y el lavatorio de pies a jóvenes encarcelados.
El Papa Francisco fue uno de esos escasos líderes que nos hizo querer ser mejores personas
Barack Obama
Acciones que, a su juicio, trascendieron lo simbólico y se convirtieron en lecciones éticas para el mundo.
Michelle Obama también se sumó al mensaje de despedida y ambos expresaron su solidaridad con millones de personas en todo el mundo.
Las cuales se sintieron inspiradas por el legado del papa, independientemente de su fe.
“Que sigamos escuchando su llamado a ‘no permanecer nunca al margen de esta marcha de esperanza viva’”, concluyó el mensaje.
Relevancia para los hispanos
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La figura del papa Francisco ha sido especialmente significativa para la comunidad hispana en Estados Unidos.
Su identidad como latinoamericano, su lenguaje claro y sus constantes llamados a la justicia social resonaron profundamente entre millones de migrantes católicos.
Que luchan día a día por integrarse sin perder sus raíces.
Fue un líder espiritual que no solo comprendía las realidades del sur global, sino que también ofrecía esperanza, dignidad y cercanía a quienes viven entre dos culturas.
Además, muchos hispanos en EE.UU. vieron en el papa Francisco un reflejo de su propia historia migrante:
Alguien que, pese a llegar a lo más alto de la jerarquía eclesiástica, nunca perdió su sensibilidad hacia los más olvidados.
Su compromiso con temas como la defensa de los derechos de los inmigrantes, la equidad económica, el cuidado del medioambiente y la inclusión social lo convirtieron en una voz respetada no solo dentro de la Iglesia.
Sino también en espacios políticos y comunitarios donde las causas latinas buscan visibilidad.
Para millones, su vida fue un recordatorio de que la fe puede y debe dialogar con la justicia, y de que es posible ser fiel a las raíces sin renunciar a los sueños.
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