La voleibolista brasileña Priscila Heldes desafía los estereotipos al continuar su carrera profesional mientras cursa su embarazo de cinco meses. A sus 35 años, y como capitana del Fluminense de Brasil, Priscila fue tendencia en redes sociales luego de viralizarse un video donde se le ve jugando con visible embarazo durante los cuartos de final de la Copa Brasil 2025.
Lejos de ser una decisión imprudente, su participación en la temporada está respaldada médicamente. Desde que recibió la noticia de su embarazo, la jugadora ha sido monitoreada por especialistas que avalan su actividad física mientras no haya complicaciones. “Desde que descubrí mi embarazo, fui a la doctora. Ella me dijo: ‘Si estás bien, seguí. ¡Métele con todo!’”, declaró Priscila Heldes en entrevista con la revista Marie Claire Brasil.
Disciplina y apoyo médico
Priscila Heldes, con casi seis meses de embarazo, ha adaptado sus entrenamientos y estilo de juego.
Evita caídas bruscas, impactos en el abdomen y movimientos de riesgo.
Obviamente no salto como antes, y me cuido de no caer con la panza. Pero sigo con energía
Priscila Heldes
La jugadora lleva un seguimiento obstétrico riguroso y ha recibido luz verde para competir siempre que mantenga precauciones.
Especialistas en medicina deportiva y obstetricia coinciden en que, en embarazos sin complicaciones, la actividad física moderada y adaptada no solo es segura, sino incluso beneficiosa tanto para la madre como para el bebé.
Casos como el de Priscila Heldes visibilizan el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo sin ceder ante presiones sociales o prejuicios.
Voz de inspiración
Lejos de detenerse, Priscila Heldes encuentra en este proceso una etapa poderosa:
“Es muy especial vivir este momento con mi hijo Emanuel. Sé que más adelante podré contarle que estuvimos en la cancha juntos”, expresó emocionada.
La atleta también ha recibido una ola de apoyo, especialmente de mujeres que la ven como ejemplo de autonomía, fortaleza y determinación.
Su historia, aunque polémica para algunos sectores conservadores, aporta a la conversación global sobre maternidad, salud femenina y deporte profesional.
Para la comunidad hispana en Estados Unidos, donde muchas mujeres enfrentan barreras culturales y laborales durante el embarazo, el caso de Priscila Heldes es una muestra real de que la maternidad no es sinónimo de límite, sino una extensión de la fuerza femenina.
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