Ocho años antes de convertirse en el principal sospechoso por la muerte de sus padres, el reconocido cineasta Rob Reiner y su esposa Michele Singer Reiner, Nick Reiner, de 32 años, ya había protagonizado un episodio grave de violencia y descontrol dentro del ámbito familiar.
Ese antecedente, que el propio Nick relató públicamente en 2018, ha vuelto al centro de la atención mediática mientras la policía de Los Ángeles investiga el doble homicidio ocurrido el pasado 14 de diciembre de 2025 en la residencia del matrimonio, ubicada en el exclusivo barrio de Brentwood.
El relato salió a la luz originalmente en un episodio del podcast Dopey, dedicado a historias personales de adicción y procesos de rehabilitación. En esa entrevista, Nick Reiner explicó que alrededor de 2017 atravesaba uno de los momentos más críticos de su consumo problemático de drogas. Según contó, sus padres lo obligaron entonces a abandonar la casa principal y se trasladó a la casa de huéspedes del predio familiar.

Fue allí donde, de acuerdo con su propio testimonio, perdió completamente el control tras consumir metanfetaminas y otros estimulantes. “Me puse totalmente pasado de vueltas con estimulantes… creo que era cocaína y algo más. Estuve despierto durante días”, recordó en ese momento. En ese estado, comenzó a destruir el interior del lugar: primero rompió el televisor, luego una lámpara y, finalmente, prácticamente todo lo que tenía a su alcance. “Todo quedó destrozado”, afirmó.
Nick reconoció que su comportamiento carecía de lógica y que se encontraba en un estado mental que describió como “loco”. También admitió que ni siquiera recordaba si se había lastimado durante ese episodio de furia y destrucción.
El hijo menor de Rob Reiner: Una historia marcada por la adicción
Según relató en aquella entrevista, Nick Reiner comenzó a lidiar con las adicciones desde la adolescencia y pasó por varios centros de rehabilitación hasta aproximadamente los 19 años. Esa experiencia personal incluso fue trasladada al ámbito artístico: padre e hijo colaboraron en la película Being Charlie, un drama que aborda la relación entre un padre famoso y un hijo con problemas de consumo, además de cuestionar los métodos de rehabilitación tradicionales.
Pese a los intentos de recuperación, personas cercanas a la familia señalaron esta semana al Los Angeles Times que en los últimos años Michele Singer Reiner se mostraba cada vez más preocupada por la salud mental de su hijo.

El contexto previo al crimen
Nick Reiner vivía nuevamente en la casa de huéspedes de la propiedad familiar, una situación que reflejaba la persistencia de tensiones no resueltas. El domingo 14 de diciembre, los cuerpos de Rob Reiner y Michele Singer Reiner fueron hallados dentro de su vivienda en Brentwood. De acuerdo con fuentes citadas por CNN y el Los Angeles Times, fue su hija Romy quien descubrió la escena.
Según medios locales, la policía de Los Ángeles considera a Nick Reiner “responsable” de las muertes. El joven fue arrestado alrededor de las 9:15 p. m. de ese mismo domingo y permanece detenido sin derecho a fianza.
Nick fue fichado bajo sospecha de asesinato, aunque será la Fiscalía del Condado de Los Ángeles la que determine los cargos específicos cuando el caso sea presentado formalmente. Las autoridades no han divulgado de manera oficial la causa de las muertes. Sin embargo, fuentes citadas por el Los Angeles Times indicaron que las víctimas presentaban heridas compatibles con apuñalamiento y que no había señales de entrada forzada en la vivienda, ubicada en el número 200 de Chadbourne Avenue.

La policía ejecutó una orden de allanamiento en la casa, considerada clave para esclarecer lo ocurrido. Nick Reiner no se encontraba en la propiedad cuando llegaron los agentes tras el hallazgo de los cuerpos. Horas más tarde, fue localizado cerca de la Universidad del Sur de California (USC) y detenido con la participación de la División de Pandillas y Narcóticos del LAPD y una fuerza especial de alguaciles federales.
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