El mundo del rock y la música alternativa en México se vistió de luto tras confirmarse el fallecimiento de Phil Vinall, productor británico ampliamente reconocido por su trabajo con artistas y bandas como Zoé, Enjambre, Kinky y también por colaboraciones con proyectos internacionales como Placebo y Pulp. Tenía 66 años.
La noticia comenzó a circular la noche del lunes 8 de diciembre y fue retomada por la comunidad musical y por seguidores que lo consideraban una figura clave detrás de algunos de los discos más influyentes del rock en español de las últimas décadas.
Aunque Vinall trabajó con múltiples proyectos, su conexión con Zoé fue particularmente significativa: en el entorno de la banda y entre fans se le llegó a describir como una especie de “sexto integrante”, debido a la cercanía creativa y a su papel en la definición del sonido del grupo. Su relación con la agrupación se remonta al inicio de los 2000 y se consolidó con trabajos discográficos clave.

Entre los álbumes asociados a su nombre destacan Rocanlover y Aztlán. En el caso de Rocanlover, se le reconoce como productor del disco, mientras que con Aztlán su trabajo fue parte de una etapa de enorme visibilidad internacional para Zoé.
El impacto de Aztlán de Zoé: un GRAMMY y una etapa decisiva
Uno de los hitos más citados de su carrera reciente fue su participación en Aztlán, álbum con el que obtuvo un GRAMMY en la categoría Best Latin Rock, Urban or Alternative Album (Premios GRAMMY, 61ª edición). Ese reconocimiento colocó también el nombre de Vinall ante nuevas audiencias y reforzó su prestigio como productor dentro y fuera de México.
Otra parte central de su legado está ligada a la infraestructura musical: Vinall fue cofundador de Panoram Studios en la Ciudad de México, un espacio desde donde desarrolló gran parte de su trabajo durante la última década. De acuerdo con reportes, por esos estudios han pasado artistas y bandas internacionales y nacionales para grabar o ensayar, lo que convierte a Panoram en un punto de referencia dentro de la escena.

El anuncio de su fallecimiento se difundió justamente a través de redes sociales de Panoram Studios, lo que reforzó la idea de que su vida profesional y personal estaba profundamente conectada con México.
Tras conocerse la noticia, comenzaron a circular mensajes de despedida que destacaban su manera particular de entender el sonido y la producción, así como la huella que dejó en quienes trabajaron con él. Más allá de los créditos en discos, su influencia se percibe en la identidad sonora de una etapa completa del rock alternativo en español, especialmente en la evolución de Zoé y en la consolidación de proyectos mexicanos que encontraron con él un aliado creativo y técnico.
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