El 4 de septiembre de 2024, la tranquila comunidad de Winder, Georgia, se vio sacudida por un trágico tiroteo en Apalachee High School de Georgia.
Colt Gray, un estudiante de 14 años, abrió fuego en los pasillos del instituto, causando la muerte de cuatro personas: dos compañeros de clase y dos profesores; la tragedia enlutó a toda una comunidad y dejó una estela de dolor.
El ataque en Apalachee High School
Aproximadamente a las 10:30 a.m., Colt Gray ingresó al instituto armado con un rifle semiautomático estilo AR-15, disparando indiscriminadamente.
Las víctimas mortales fueron los estudiantes Mason Schermerhorn y Christian Angulo, ambos de 14 años, y los profesores Richard Aspinwall, de 39 años, y Christina Irimie, de 53. Además, nueve personas resultaron heridas durante el incidente.
Antecedentes preocupantes
Según informes, Colt Gray había estado en el radar del FBI desde mayo de 2023 debido a amenazas anónimas en línea sobre posibles tiroteos escolares, acompañadas de fotografías de armas.
Sin embargo, en ese momento, las autoridades no encontraron pruebas suficientes para actuar en su contra.
Responsabilidad parental y consecuencias legales
Tras el tiroteo, Colin Gray, padre de Colt Gray, fue arrestado y acusado de homicidio involuntario y crueldad hacia menores.
Se le imputa haber proporcionado a su hijo el arma utilizada en el ataque, a pesar de conocer los antecedentes preocupantes de Colt.
Colin Gray enfrenta una posible sentencia de hasta 180 años de prisión si es declarado culpable de todos los cargos.
Impacto en la comunidad hispana
La tragedia provocada por Colt Gray afectó profundamente a la comunidad hispana, ya que una de las víctimas, Christian Angulo, era de ascendencia latina.
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“Tenía solo 14 años. Era un niño muy bueno, muy dulce y cariñoso. Muchos lo querían mucho. Su pérdida fue tan repentina e inesperada. Estamos realmente desconsolados. Realmente no se merecía esto”, escribió la hermana de Christian, Lisette Angulo, en la página de GoFundMe creada en su honor.
Este hecho ha generado un llamado a la acción entre los líderes comunitarios para abordar temas como el control de armas y la salud mental en las escuelas.
Este lamentable suceso pone de manifiesto la urgente necesidad de implementar medidas más estrictas en el control de armas y ofrecer apoyo psicológico adecuado a los jóvenes.
La colaboración entre padres, educadores y autoridades es esencial para prevenir futuras tragedias y garantizar entornos seguros para nuestros hijos.
La comunidad hispana se vio afectada por la pérdida de Christian Angulo, una de las víctimas del tiroteo
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