La Organización Trump, el conglomerado empresarial propiedad del presidente Donald Trump, aumentó significativamente el número de trabajadores extranjeros contratados durante el año fiscal 2025, según registros del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS).
Los documentos oficiales confirman que al menos 184 empleados migrantes fueron incorporados en sus propiedades, principalmente bajo el programa de visas temporales H-2B, a pesar del discurso antimigrante que ha caracterizado al Gobierno federal.
Organización Trump aumentó número de empleados extranjeros
🔴 La organización Trump ha solicitado una cifra récord de visas para trabajadores extranjeros en 2025.https://t.co/BB9dulzmME
— Noticias Telemundo (@TelemundoNews) November 13, 2025
De acuerdo con los reportes, la mayoría de estas contrataciones corresponden al resort Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida —donde el presidente suele pasar fines de semana—, así como a un club de golf de su propiedad.
Las posiciones incluyeron camareros, jardineros, cocineros, empleados de limpieza y personal de mantenimiento, empleos típicamente ocupados por trabajadores extranjeros debido a la baja disponibilidad de mano de obra local en esos sectores.
Los 184 permisos aprobados en 2025 representan un aumento considerable frente a los 121 contratos realizados en 2021, último año del primer mandato de Trump, según la revista Forbes.
En total, durante sus dos periodos presidenciales, las empresas del magnate han solicitado más de 500 permisos de trabajo temporal para extranjeros, principalmente de países latinoamericanos y del Caribe.
Compañías del presidente depende de trabajadores extranjeros
Mientras el presidente ha promovido políticas que restringen la inmigración laboral y priorizan la contratación de estadounidenses, sus propias compañías han seguido dependiendo de trabajadores extranjeros para mantener sus operaciones.
El contraste es especialmente notorio tras la decisión del Gobierno, en septiembre pasado, de elevar el costo de la visa H-1B a 100,000 dólares, una medida que limita la entrada de empleados altamente calificados —como ingenieros, analistas o programadores— a empresas tecnológicas y manufactureras en Estados Unidos.
Expertos en inmigración y economía laboral explican que este tipo de contrataciones, aunque legales, evidencian una realidad estructural: la dependencia del sector turístico y de hospitalidad en Florida de la fuerza laboral migrante.
“Son trabajos duros, mal pagados y con horarios irregulares, que muchos ciudadanos simplemente no quieren hacer”, señaló un exfuncionario del Departamento de Trabajo consultado por EFE.
Durante su primer mandato (2017-2021), Trump ya había firmado una orden ejecutiva conocida como “Buy American, Hire American”, que pretendía fortalecer la industria nacional y aumentar el control sobre los visados laborales.
Sin embargo, analistas sostienen que sus negocios personales nunca se alinearon completamente con esa política.
La revelación de estos datos ha reavivado el debate sobre la coherencia entre el discurso político y las prácticas empresariales del presidente, especialmente ahora que su administración impulsa una ofensiva sin precedentes en materia migratoria.
En palabras de un académico del Instituto Brookings, “es un ejemplo clásico de cómo el discurso político sobre inmigración rara vez coincide con la realidad económica de Estados Unidos”.
Con los precios de la vivienda, los alimentos y la mano de obra en aumento, los expertos anticipan que la demanda de trabajadores extranjeros seguirá creciendo, incluso en empresas que públicamente se oponen a su llegada.
Para muchos, el caso de la Organización Trump no es una excepción, sino un reflejo del contraste entre la retórica política y las necesidades reales del mercado laboral estadounidense.


